"Nuevas propuestas griegas recibidas por el presidente del Eurogrupo". Así rezaba a través de Twitter la lacónica confirmación de Bruselas, pasadas las diez de la noche, de que el Gobierno griego había entregado su propuesta para el tercer rescate del país.
Esta información era facilitada por el portavoz del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. En paralelo, Martin Selmayr, el jefe de gabinete de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, indicaba en la misma red social que el ejecutivo comunitario no había recibido formalmente la propuesta de Alexis Tsipras, porque el documento que les había llegado no estaba firmado, un error que fue subsanado a los pocos minutos.
Crear el ambiente para la negocición definitiva
Ambas comunicaciones son perfectamente representativas del grado de teatralización con que las instituciones europeas están tratando la crisis griega y la negociación del nuevo rescate. Si Grecia hace concesiones, la Unión también tendrá que hacerlas, pero antes hay que montar el escenario y crear el ambiente.
La reiteración del FMI por boca de su directora gerente de la inevitabilidad de una quita de la deuda griega ha dado pie a que otros actores de esta negociación se pronuncien en un tono favorable a las pretensiones de Atenas.
Los halcones se pronuncian
Han sido precisamente quienes más hostiles se han mostrado hasta ahora con el Gobierno de Alexis Tsipras quienes en las últimas horas han dejado entreabierta la puerta de una reestructuración de la deuda.
El primero de ellos, el influyente Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas, haciendo una distinción entre una quita y una reestructuración, dos sinónimos de un mismo concepto: rebaja. Puede ser directamente en cantidad, en precio o en plazo de amortización. Pero rebaja.
Otro de los que se han pronunciado en ese sentido es Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, que días atrás tuvo palabras especialmente agresivas contra Atenas y su referéndum. "Una propuesta realista de Grecia tendrá que casar con una igualmente propuesta realista de los acreedores sobre la sostenibilidad de la deuda", soltó ayer.
El proceso de estudio y de debate
El Eurogrupo se reunirá a partir de las tres de la tarde del sábado en Bruselas para estudiar las propuestas y la evaluación que ha encargado a los técnicos de la Comisión Europea sobre la sostenibilidad de la deuda griega, así como las necesidades financieras del país.
Si el Eurogrupo concluye que se cumplen los criterios para un tercer rescate, los líderes de la UE validarán el acuerdo en la cumbre extraordinaria prevista para el domingo. Si no hay acuerdo, los jefes de Estado y de Gobierno estudiarán "otros escenarios", lo que incluiría una posible salida de Grecia del euro.
Por su parte, el Gobierno griego pedirá la aprobación del Parlamento este viernes para negociar el sábado con el Eurogrupo y el domingo con el Consejo Europeo sobre el texto de "acciones prioritarias", la base de las reformas a cambio de fondos con los acreedores, según fuentes gubernamentales griegas.