Las autoridades policiales chinas han decidido intervenir en la crisis bursátil del país, que había hecho perder más de un 30% la capitalización de sus mercados, y han cortado la hemorragia en seco.
El índice de referencia de la bolsa de Shanghai había empezado el día cayendo un 2,13%. Pero una hora después de la apertura Meng Qingfeng, viceministro de Seguridad Pública del país --el ministerio más temido--, anunció que estaba investigando para combatir los casos de "venta corta maliciosa".
Contra la especulación
Se trata de una práctica especulativa prohibida en las medidas de contención decretadas unas horas antes. Qingfeng dijo que se había reunido con la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) para trabajar en esas investigaciones, que permitirán a Pekín "devolver el golpe" contra ciertas actividades ilegales en el parquet, según adelantó la agencia oficial Xinhua en sus cuentas en redes sociales.
Los parquets habían continuado a primera hora su caída libre de los últimos días, con más de 400 valores suspendidos automáticamente en los primeros minutos de la jornada por sobrepasar las pérdidas diarias máximas permitidas (el 10%), y con otras cerca de 1.400 acciones aún sometidas a suspensión voluntaria provisional.
Por fin llega la calma
Sin embargo, y pese a pequeñas oscilaciones al final de la mañana, Shanghai subía ya un 1,3% a media sesión, y llegó a ganar más de un 6% durante la cotización vespertina, hasta que descendió en los últimos minutos del día hasta el 5,76%, todo un respiro tras cuatro semanas en rojo casi constante.
El otro mercado de valores del país, la Bolsa de Shenzhen, había abierto también un 0,79% a la baja, se recuperó aún más rápido y cerró finalmente un 4,25% al alza.