La patronal catalana de pymes, Pimec, quiere su parte del pastel en la representatividad en España. En su noche grande del año, la entrega de los premios de Pymes 2015 celebrada este miércoles, el presidente de la organización, Josep González, elevó su batalla en Cataluña para que la patronal tenga voz y voto en el diálogo social a nivel nacional. Los empresarios de pymes ya no cargan contra Foment del Treball y Fepime, ahora se baten con CEOE y Cepyme.
González acusó a la institución capitaneada por Juan Rosell de "atentar contra las pymes" en el debate del anteproyecto de la ley de contratación pública. "CEOE y sus territoriales [un despecho a Foment] han eliminado del borrador todas las referencias a la participación de las pymes", denunció ante los 850 empresarios que habían acudido al acto, celebrado en Fira Barcelona.
Reivindicación para captar afiliados
"No quieren que las pymes acudan a la contratación", manifestó. El presidente de Pimec pidió a os empresarios "que se lo piensen dos veces cuando tengan que elegir a qué patronal se afilian"; una advertencia que fue muy aplaudida por el auditorio.
La vocación nacional de la patronal también se reflejó en el destinatario de las reivindicaciones legislativas para mejorar el entorno normativo de las pymes. Pimec mandó varios encargos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en materia energética, formación y morosidad. Este último capítulo es el gran caballo de batalla de la patronal de pymes catalana.
Varapalo a las grandes corporaciones
El papel que desempeñó Pimec para impulsar la normativa que regula cuándo se debe pagar una factura a través de la plataforma multisectorial contra la morosidad (liderada por su secretario general, Antoni Cañete) le dio visibilidad en España. Las Administraciones han cumplido la legislación, pero, según la patronal catalana, el capítulo pendiente se encuentra en las grandes corporaciones.
"Las pymes estamos financiando a las grandes empresas", sentenció González en otra intervención aplaudida. Afirmó que los grupos del Íbex cobran a 80 días de media y pagan a 184, hecho que implica que las subcontratas asuman unos costes financieros de hasta 4.000 millones de euros. "No pagar bien mata a muchas empresas y ahoga a otras tantas", añadió el presidente.
Pimec exigió al Gobierno central que defina sin demoras el régimen sancionador que se contempló en el primer borrador de la normativa para disuadir de este tipo de prácticas.
Apoyo empresarial a Mas
La patronal pasó de hacer reproches al Ejecutivo de Artur Mas, representado ampliamente en la noche empresarial con la presencia del Presidente; la presidente del Parlamento, Núria de Gispert; y los consejeros de Empresa, Felip Puig; y Enseñanza, Irene Rigau. Estos dos últimos recogieron uno de los premios de la noche por haber impulsado una ley de formación profesional con el apoyo del 89% del hemiciclo catalán, hecho insólito en los nuevos tiempos políticos.
Mas fue el encargado de cerrar el acto con un discurso de perfil bajo en el que eludió cualquier referencia a los comicios anunciados para el 27 de septiembre. Fue el primer acto que protagonizaba tras el distanciamiento público de ERC y la CUP con su plan electoral.
El varapalo de sus antiguos socios dolió, aunque el Presidente se fue de Fira Barcelona con la satisfacción de la adhesión incondicional de los empresarios de las pymes a sus políticas. El aplauso más sonoro de toda la noche lo había recibido antes de que hubiera abierto la boca. Al final, se repitió.