El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, ha anunciado este domingo la puesta en marcha de medidas de control de capitales en todo el país, incluyendo el cierre temporal de los bancos y de la Bolsa de Atenas a partir del lunes, así como restricciones a las transferencias de dinero al extranjero. Las medidas podrían alargarse durante una semana.
En un discurso televisado, Tsipras ha acusado al Banco Central Europeo (BCE) y al Eurogrupo de obligarle a tomar esta decisión, por no prorrogar el rescate financiero. Sin embargo, el BCE si que mantiene abierta de momento la línea de crédito de emergencia para los bancos griegos.
Las negociaciones entre la Troika (formada por la Comisión Europea, el BCE y el FMI) y el Gobierno griego se rompieron este sábado, cuando Tsipras anunció un referéndum para el próximo 5 de julio para someter a votación las condiciones establecidas para prorrogar el rescate, que incluyen importantes reformas estructurales y recortes.
"No se van a salir con la suya"
En todo caso, Tsipras ha hecho un llamamiento a la calma y ha asegurado que los depósitos bancarios de los ciudadanos griegos están garantizados, al igual que el pago de los salarios y las pensiones. Con el corralito, el Gobierno griego pretende evitar el colapso del sistema financiero y que el caos se extienda por todo el país.
Tsipras también ha acusado al BCE y al Eurogrupo de querer "reprimir la voluntad del pueblo griego" evitando el referéndum, lo que ha tildado de "chantaje". Y ha apelado al "orgullo" y a la "dignidad" nacional. "Es un insulto y una vergüenza para la tradición democrática europea. No se van a salir con la suya", ha sentenciado.
Lo cierto es que, tras la ruptura de las negociaciones, los cajeros automáticos de todo el país registraron importantes colas de personas retirando efectivo ante el riesgo inminente de corralito; un riesgo que finalmente se ha confirmado.
La Troika publica las condiciones exigidas para el rescate
Por su parte, la Troika, en una decisión sin precedentes, ha apelado a la "transparencia" y ha publicado este domingo por la tarde las condiciones que había planteado al Gobierno de Grecia para prorrogar el rescate financiero, y cuya no aceptación supuso la ruptura de las negociaciones.
Las condiciones tenían por objetivo "ayudar a restaurar la estabilidad y el crecimiento económico en Grecia, con apropiadas reformas estructurales y fiscales apoyadas por una financiación apropiada y medidas de sostenibilidad de deuda".
La Troika exigía al Gobierno griego un recorte de 400 millones de euros; una nueva distribución de los tramos de IVA; una reforma de las pensiones -con una reducción drástica de las prejubilaciones-; un nuevo tipo para el Impuesto de Sociedades; un plan de privatizaciones; y una congelación de los convenios colectivos, entre otras medidas.