La Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) ha finalizado la investigación que puso en marcha sobre la construcción de Marina Port Vell, el proyecto de una marina de lujo para yates de gran eslora en el puerto de Barcelona. La OAC no ha encontrado ningún indicio de delito al acabar su investigación.
La investigación de la OAC a Marina Port Vell generó una cierta polémica, después de que, el pasado noviembre, con la investigación aun en marcha, el director del organismo, Daniel de Alfonso, lanzara graves acusaciones contra sus promotores, al mostrarse convencido "al 100%" de que se trataba de "una operación de blanqueo de dinero". Alfonso argumentó que el prestamo de 30 millones para adquirir la concesión se originó a través de varias sociedades "pantalla", con sede en Malta y en el paraíso fiscal de las islas Caimán
Salamanca Group anunció acciones legales
Tras estas declaraciones, el grupo inversor británico Salamanca Grup, que mantiene la concesión del Port Vell de Barcelona, anunció que estudiaba emprender acciones legales contra Alfonso por sus declaraciones. La compañía razonó entonces que "la utilización de estructuras corporativas y financieras complejas o sofisticadas" no es sinónimo de "algo ilegal o irregular", sino que constituye "la práctica habitual en el campo de las inversiones internacionales".
Salamanca Group también añadió entonces que, según la propia ley autonómica de creación de la OAC, esta debe mantener "la máxima confidencialidad" en sus procedimientos, para "evitar daños a las personas o entidades objeto de investigación", así como que los funcionarios del organismo "están obligados a guardar secreto sobre las actuaciones que desarrollan y, si contravienen esta norma, serán sometidos un procedimiento disciplinario".
Un proyecto de 2010
El proyecto de construir una marina de lujo en el puerto de Barcelona lo lanzó en 2010 el gobierno municipal que encabezaba el socialista Jordi Hereu con el apoyo de ICV-EUiA, y el actual equipo del convergente Xavier Trias aprobó la necesaria reforma del Port Vell para llevarlo a cabo, tras obtener el apoyo del PP.
El objetivo del proyecto es atraer a Barcelona yates de gran eslora -entre 90 y 120 metros-, que no tienen cabida física en otros grandes puertos mediterráneos.