La deuda pública que emite el Reino de España vuelve a ser atractiva para los inversores nacionales e internacionales. Tras cuatro años en los que el país ha llegado a pagar hasta el 5,65% de interés a los inversores para que compraran bonos de la deuda soberana española –para permitir al Tesoro Público financiarse-, el interés del bono español a diez años se sitúa desde hoy en los mercados secundarios por debajo del 3,2% por primera vez desde enero de 2005, lo que lleva a la prima a marcar mínimos desde 2010.
En concreto, la rentabilidad abonada a los inversores por el bono a diez años ha llegado a descender a la apertura de los mercados europeos hasta el 3,191%.
La posible introducción de un programa de compra de activos por parte del BCE otorga un impulso adicional a la deuda española. Los inversores encuentran un argumento más para continuar con su toma de posiciones en la deuda pública española y todo porque Mario Draghi reconoció que durante la reunión del BCE de esta semana se debatió en profundidad sobre la posibilidad de introducir un programa de compra de activos, con el fin de alejar los temores deflacionistas.
Nuevos mínimos para la prima de riesgo
A falta de mayores detalles, esta alternativa seguiría los pasos de los programas de compra de deuda llevados a cabo durante la crisis tanto por la Reserva Federal estadounidense como por el Banco de Inglaterra.
La posible 'competencia' del BCE a la hora de comprar activos otorga otro empujón a activos como la deuda pública española. La rentabilidad exigida al bono a diez años rozó ayer el 3,3%. Hoy se desinfla hasta marcar mínimos por debajo del 3,2% por primera vez desde 2005.
La rentabilidad exigida al bund alemán se mantiene cerca del 1,6%, por lo que la prima de riesgo de España marca nuevos mínimos de 2010 justo por debajo de los 160 puntos básicos.
De esta manera, la prima de riesgo del bono español a diez años respecto a su homólogo alemán bajaba desde los 161,1 puntos básicos registrados al inicio de la jornada hasta los 157,6 puntos básicos. En el caso de Italia, la prima de riesgo se situaba en los 160,4 puntos básicos, frente a los 164,3 enteros del inicio de la sesión, ya que la rentabilidad del bono rondaba el 3,22%.