Fomento del Trabajo y Pimec entierran la posibilidad de crear una gran patronal catalana en defensa de las empresas

No ha podido ser. Las dos principales patronales catalanas, Fomento del Trabajo -la filial catalana de la gran patronal española CEOE- y la asociación empresarial Pimec -que agrupa las pequeñas y medianas empresas- han descartado alcanzar un acuerdo para poder fusionarse. El trasfondo de la causa de este fracaso es político y avivado por el debate secesionista que busca la implicación de los empresarios catalanes por parte del presidente autonómico, Artur Mas.

Pimec se ha posicionado en los últimos meses claramente a favor del proyecto secesionista promovido por Mas en un momento en el que muchos de sus asociados no quieren vincularse a tal aventura política por temor al boicot de sus productos en el resto de España. Por su parte, la patronal Fomento del Trabajo ha rechazado implicarse abiertamente en el proceso emprendido por Mas y descarta incumplir la ley, pero sí que apoya el diálogo entre ambos gobiernos -nacional y autonómico- así como una mejor financiación para la Generalidad con el objetivo de reducir el suflé independentista.

También había diferencias de "concepto"

Si el debate secesionista emprendido por Mas ha influido en la ruptura de las negociaciones, según han confirmado fuentes empresariales a CRÓNICA GLOBAL, también ha habido otras causas. Fomento del Trabajo y Pimec han roto las negociaciones que iniciaron hace dos años para retomar el proceso de fusión después de constatar que no hay posibilidad de llegar a un acuerdo. Así lo ha explicado en una entrevista para Europa Press el presidente de Pimec, Josep González, que ha asegurado que ya no hay más reuniones previstas para tratar de avanzar en esta cuestión.

Ha afirmado que el principal escollo ha sido que el "concepto" de patronal que defienden una y otra asociación es diferente, ya que Pimec quería que las pequeñas y medianas empresas tuvieran el mismo peso que las grandes compañías, mientras que asegura que Fomento abogaba por emular el modelo de la patronal nacional.

"Se quería dar continuidad a la CEOE, y la CEOE es una patronal de grandes empresas. En la medida de que aquí no eran capaces de hacer un acuerdo que dejara a las pymes bien defendidas, no nos interesa", ha manifestado González, que ha subrayado que, pese a no poder llegar a buen puerto, ha habido mucha voluntad de acuerdo. Pero ha lamentado que "cuando tienes un enfoque diferente de cómo tiene que ser la patronal, es muy difícil llegar a un acuerdo, por mucha voluntad que pongas".

Tres intentos fallidos de fusión

Pimec y Fomento del Trabajo retomaron las negociaciones para unificarse en una única confederación en abril de 2012, después de intentarlo en dos ocasiones anteriormente. Ya se había planteado en 1993, aunque sin éxito, y se volvieron a iniciar las conversaciones en verano de 2009, cuando Fomento del Trabajo estaba presidida por Juan Rosell, ahora líder de la CEOE.

Sin embargo, el proceso se suspendió en octubre del mismo año de forma repentina por decisión de Fomento, que anunció que posponía la unificación con Pimec, lo que aseguró que no suponía desechar el proyecto, sino dejarlo "al ralentí" hasta que la situación económica lo permitiera.