Pablo Ruz, juez de la Audiencia Nacional, ha admitido a trámite la querella presentada contra Sandro Rosell, presidente del Fútbol Club Barcelona, por un delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción en el fichaje del delantero brasileño Neymar Dos Santos, al entender que existen indicios de que se produjo "una simulación de contratos".
El juez no ve por el momento la necesidad de que Rosell declare. El diario 'El Mundo' aseguró esta semana que por Neymar se han pagado 95 millones y no 57,1.
En el auto dictado este miércoles, el juez Ruz asegura que de la documentación aportada por los querellantes "se desprenden elementos suficientes para investigar los hechos", como había solicitado la Fiscalía, "a fin de despejar los extremos relativos al fichaje del jugador brasileño", así como "la apariencia o no de posibles irregularidades con relevancia jurídico-penal".
El juez también apunta que la documentación aportadas por la plataforma opositora Consulta Barça podría señalar a "una simulación contractual presuntamente llevada a término entre los firmantes de los acuerdos que pudiera evidenciar una falta de correspondencia entre la causa y finalidad real de los compromisos y obligaciones económicas en aquellos documentados con el título nominal y apariencia formal de los contratos suscritos" y pide al Barça que entregue los siguientes contratos: el del pago de 7,9 millones de euros por los derechos de tres jóvenes futbolistas del Santos y el del pago de 9 millones por jugar dos amistosos contra el club brasileño.
Comisión rogatoria a Brasil
También, y tal y como pidió el fiscal José Perals, Ruz pide a la FIFA que aporte la documentación que guarda relativa al fichaje del delantero, pide al jugador que envíe el contrato con la sociedad Neymar&Neymar (N&N), que gestiona su padre, por el que cedía sus derechos económicos futuros, y cursa una comisión rogatoria a Brasil para que se aporten los contratos de trabajo y traspaso del jugador.
La denuncia contra Rosell la presentó en diciembre la oposición azulgrana, capitaneada por Jordi Cases, acusando al presidente del F.C. Barcelona, Sandro Rosell, de "apropiación indebida en su modalidad de distracción del dinero" en el fichaje del jugador brasileño Neymar da Silva.
Según publicó el diario El Mundo en ese momento, el traspaso del futbolista se cerró oficialmente en 57,1 millones de euros, a los que hay que agregar los 7,9 millones a fondo perdido que fueron a parar al Santos, club de procedencia de la estrella azulgrana. Sin embargo, Cases denuncia la existencia de una comisión de 40 millones recibida por la sociedad N&N.