Una votante en las elecciones catalanas / EFE

Una votante en las elecciones catalanas / EFE

Política

Así será el votante catalán del futuro

Una tesis doctoral premiada por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales augura un electorado volátil, partidos políticos ‘líquidos’ y campañas basadas en el escándalo

1 mayo, 2017 00:00

Infiel y volátil. Así será el futuro votante catalán, según concluye La influencia del relevo generacional en la transformación del comportamiento electoral en Cataluña, la tesis doctoral del profesor asociado del Departamento de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Oriol Bartomeus.

Según el autor, este comportamiento en el voto provocará que los partidos políticos sean más “líquidos” y que las campañas electorales, basadas en el escándalo, se adapten a la toma de decisiones en el último momento.

El trabajo, dirigido por el catedrático y presidente de Federalistes d’Esquerres, Joan Botella, acaba de ser galardonado con la primera mención del Premio Juan Linz a la mejor tesis doctoral en ciencia política en España que convoca el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

Cuatro generaciones

Bartomeus ha analizado las encuestas poselectorales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desde 1992 hasta 2015, divididas en cuatro generaciones: la de la Guerra Civil (nacidos en 1939 y antes), la de la posguerra (1940-60), la del desarrollo (1961-75) y la de la democracia (a partir de 1976). En los cuatro grupos se han estudiado variables como el recuerdo de voto, el momento en que se toma la decisión de votar o las razones para haber elegido un partido u otro. 

A medida que se pasa de una generación a otra aumenta el número de votantes "volubles" y disminuye el de los votantes "sólidos". Es decir, crece el número de electores que manifiestan dudar antes de decidir su papeleta, o que la deciden cuando ya ha comenzado la campaña electoral. Y lo hacen con base en aspectos más coyunturales. Este nuevo votante es más inestable, pasa de un partido a otro o de la abstención a la participación con mucha más facilidad que en generaciones precedentes.

Debilitamiento de los partidos clásicos

El apoyo a partidos tradicionalmente dominantes (CiU, PSC y PP) muestra un debilitamiento continuado a medida que se pasa de una generación a otra en orden cronológico, mientras que en el resto de formaciones, tanto las que han tenido una posición más secundaria –ERC– como las de reciente creación –CUP, Ciudadanos–, se da la relación contraria: a cada nueva generación más seguidores tienen. 

En contra de lo que pueda parecer, esa volatilidad del voto no les hace más sensibles a los populismos ni menos activos en política. “Son más sensibles a los cambios en la coyuntura, porque no tienen un anclaje fijo, sino que seleccionan continuamente entre las diferentes ofertas”, precisa Oriol Bartomeus en declaraciones a Crónica Global.

Asimismo, “los datos demuestran que son más activos y participan más, aunque por unos canales diferentes que las generaciones anteriores. Tienen un repertorio de participación más amplio. Lo que pasa es que son menos constantes. Se activan y desactivan con más facilidad”.

La instantaneidad de las campañas

Lógicamente, el cambio en el voto afectará a las formaciones políticas. “Los partidos serán mucho más flexibles, en su estructura y en sus posicionamientos. Serán partidos líquidos, por decirlo de algún modo. Pero esto no es exclusivo de la política. Es lo que vemos en las empresas, en las organizaciones. Son estructuras más laxas, más flexibles y adaptables a un entorno cambiante”, señala el experto.

De hecho, las campañas políticas ya comienzan a adaptarse a ese nuevo comportamiento del votante. “Las campañas se han adaptado a la lógica nueva de instantaneidad. Es una lógica que marcan los medios de comunicación, sobre todo los nuevos, que retransmiten las 24 horas y son capaces de hacerse eco de una noticia en segundos”, explica el profesor Oriol Bartomeus.

Añade que “la velocidad de las campañas se ha acelerado y se ha convertido en una sucesión de escándalos que duran uno o dos días y son reemplazados por otros de igual vigencia. El elector va respondiendo a estos estímulos, modificando su voto constantemente, hasta el último segundo. No es de extrañar la presión que existe para que se facilite la publicación de encuestas hasta el último día. Forma parte de este todo”.

¿Y qué esperanza de vida se augura a los partidos clásicos? “La que tengan sus votantes. Afortunadamente para ellos la esperanza de vida de la población aumenta, de manera que pueden contar con el voto de su base, que es envejecida pero a la vez muy fiel”, concluye Bartomeus.