Carme Forcadell, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, en el Pleno del Parlamento catalán donde se aprobó la celebración de un referéndum de independencia / EFE

Carme Forcadell, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, en el Pleno del Parlamento catalán donde se aprobó la celebración de un referéndum de independencia / EFE

Política

El Parlamento catalán desdeña la vía penal del TC y aprueba un referéndum unilateral

La Cámara catalana mantiene su desafío el mismo día en que el Alto Tribunal advierte de la ilegalidad de someter a votación propuestas rupturistas

7 octubre, 2016 00:00

Al dictado de la CUP, la coalición formada por CDC y ERC ha dado una vuelta de tuerca en su desafío secesionista y, gracias a su mayoría parlamentaria y la complicidad de la órbita podemita, han logrado que salga adelante una propuesta de resolución para la celebración de un referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña. Se hará, según el texto, en septiembre de 2017 “como muy tarde” y contará con una pregunta clara y de respuesta binaria.

Esa iniciativa ha sido aprobada el mismo día que el Tribunal Constitucional (TC) encargaba a la Fiscalía que abriera una causa penal contra la presidenta de la Cámara catalana, Carme Forcadell, por haber permitido que, el pasado mes de julio, se tramitaran y aprobaran en el hemiciclo las conclusiones de la Comisión sobre el proceso constituyente. "Volvería a hacerlo. El TC no va a dictar el futuro de los catalanes", dijo la propia Forcadell tras conocer ese procedimiento penal.

La amenaza de una condena por desobediencia no ha disuadido a las fuerzas secesionistas de seguir adelante con su órdago, ni a Forcadell de pilotar un nuevo debate parlamentario que también ha finalizado con el visto bueno a un referéndum. De nada servirá la acción de las instituciones estatales porque, según dice la resolución, en ausencia de acuerdo político con el Estado español, se mantiene el compromiso de celebrar esa consulta.

Movimientos podemitas

El Pleno sobre el Debate de Política General, que ha servido de escenario a este nuevo pulso, ha permitido también visualizar los movimientos de la órbita podemita para encontrar un lugar entre el constitucionalismo que defienden PP, PSC y Ciudadanos --que no participaron en la votación-- y el rupturismo de Junts pel Sí (JxS). Su abstención es una declaración de intenciones que, según CSQP, no va más allá, pues discrepan de la vía unilateral del presidente catalán Carles Puigdemont.

Una vía que, la semana pasada, permitió al jefe del Gobierno autonómico superar la cuestión de confianza a la que se sometió, gracias a los votos de la CUP, que como se puede comprobar, sigue marcando el paso a JxS, coalición que se ha visto forzada a transaccionar una propuesta de referéndum después de que los antisistema exigieran avanzarlo a julio. La fórmula “antes de septiembre de 2017” contentó a ambas partes.