El expresidente del Palau de la Música Catalana, Félix Millet, en su declaración / EFE

El expresidente del Palau de la Música Catalana, Félix Millet, en su declaración / EFE

Política

El ‘caso Palau’ o cuando el oasis catalán se tornó plebeyo

A punto el juicio contra Millet y Montull por el expolio del Palau de la Música, que mostró a la burguesía catalana que arropó a Pujol y participó del clientelismo de CDC

26 febrero, 2017 00:00

Caso Palau: 16 acusados. 55 sesiones de juicio previstas. Más de cien testigos y de 20 peritos. 60.784 de folios de sumario acumulados tras más de nueve años de tortuosa y polémica instrucción. 22 millones de euros de saqueo reconocido y 15 sedes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) embargadas como beneficiara a título lucrativo por el gran expolio del Palau de la Música Catalana.

El prohombre de Barcelona Fèlix Millet y su amigo fiel, Jordi Montull, se sentarán en el banquillo acusados por el llamado caso Palau el próximo miércoles 1 de marzo. Lo harán frente al tribunal de la Sala Décima de la Audiencia, en un juicio cuyo ponente será el magistrado Julio Hernández Pascual.

Duras penas de cárcel

El fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled pide para Millet y Montull 27 años de cárcel por malversación de caudales públicos, falsedad en documento mercantil, apropiación indebida y delito contra la hacienda pública.

Millet y Montull saquearon el Palau de la Música. Ellos mismos lo reconocieron, aunque sólo pudieron dar razón de escasamente una tercera parte del dinero que desapareció de las arcas de la institución barcelonesa, centro de reunión y abrigo de algunas de las familias más reputadas y de mayor abolengo y pedigrí de la burguesía catalana.

Todos los días en el banquillo

El juicio comenzará con las cuestiones previas. Se ha anunciado que, por motivos de edad y salud, los dos principales acusados pedirán al tribunal ausentarse de buena parte de las sesiones del juicio --se prevé que acabe el día 27 de junio--, cuestión que no está muy clara porque la doctrina de la sala no conduce a pensar en esa posibilidad.

En casos anteriores, la sala décima acostumbra a obligar a los acusados a permanecer en todas las sesiones, aduciendo que su presencia beneficia su propio derecho de defensa.

De nuevo Osácar

Junto a Millet y Montull se sentará en el banquillo de los acusados el extesorero de CDC, Daniel Osácar, acusado de tráfico de influencias y cohecho. Está igualmente imputado en el caso 3%, que se investiga en un juzgado de El Vendrell (Tarragona), que acaba de decretar el levantamiento parcial del secreto del sumario.

Sánchez Ulled pide para Osácar siete años y medio de cárcel. Según anticorrupción, a través del Palau, la empresa Ferrovial untó a Convergència con acaudaladas mordidas a cambio de obra pública. Concretamente, en relación con una parte de las obras de la ciudad judicial. Por ello, el tribunal mantiene el embargo de 15 sedes de CDC, partido al que se considera beneficiario a título lucrativo de la estafa del Palau.

Millet, el ‘Maki’ de la burguesía

22 millones desaparecieron del Palau de la Música gracias a las tretas de Millet, que gestionó la institución como si se tratase de su cortijo particular, disponiendo del dinero en efectivo de la entidad para fines particulares como la boda de su hija, sufragar viajes, vacaciones y la compra de bienes e inmuebles. Todo con un pasmoso descaro que no escondió cuando, tras ser detenido, compareció  ante el juez Solaz y que, para perplejidad de muchos, incluida la propia fiscalía, le dejó en libertad.

Cuando estalló el escándalo, los patronos del Palau se ruborizaron. Algunos pusieron distancia de por medio, otros prefirieron enterrar a los indecentes y traidores Millet y Montull. Pero la mayoría no pudo evitar que la sociedad les percibiese, desde entonces, de una forma diferente, menos infranqueables, igualmente arrogantes pero desposeídos de la coraza que confiere eso que dan en llamar estatus social.