La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, vive sin vivir en sí tras abrirse las compuertas de agua sucia del Canal de Isabel II. Veamos. Fue hace un año cuando decidió encargar una auditoría sobre las cuentas del Canal. Corrían rumores. Había sospechas de que se habían extraviado algunos millones por los bolsillos de unos cuantos. Algunas personas del PP habían denunciado, con datos y número de cuenta en Suiza, el dinero que se había llevado González. Lo denunciaron a Esperanza Aguirre. Lo denunciaron a la central del PP de Génova. Fueron defenestrados y nadie le hizo caso. Así funciona el PP de Mariano Rajoy. Pues Cristina quiso saber la verdad. Una auditoría. ¡Ostras! Lo que tenemos aquí. Y hemos llegado a que González duerme en la cárcel y Esperanza cocina en su casa, de momento. Pero las miradas están puestas en Cristina. Todas. También las del propio PP y su directiva nacional. También las de Mariano. ¿Te has atado bien las zapatillas, por si hay que correr, Cristina?

Se supone que sí. De momento está desaparecida. No acude a sus compromisos. No sale de su despacho. Contempla el horizonte desde el reloj de la Puerta del Sol, fabricado por un leonés de la comarca de La Cabrera. Por mostrarle un sitio para refugiarse, como los últimos guerrilleros de la Guerra Civil. Por si la jugada le sale mal. Por si desde el reloj ve mucho vacío a sus pies aunque la plaza esté llena de gente. Por si la mirada inquisidora de Mariano hace que pierda el equilibrio. Aunque debería estarle agradecida. Le ha quitado de en medio a La Lideresa, a Esperanza, a su enemiga, que no había forma de quitársela de encima. Siempre desafiante. Ya estás libre, Mariano. Un enemigo menos... o varios más. Según. Según lo que vaya descubriendo el juez Velasco. No vayan a aparecer hilos sueltos de las grandes obras de Madrid. Hilos del enterramiento de la M-30, de las torres edificadas en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, de la nunca hecha ciudad de la justicia, de... etc., etc. Hilos que comuniquen a Esperanza y Gallardón, tan cerca y tan distantes. Tanto se odiaban, tanto se querían. ¡Uf, Mariano! El agua de la piscina de Madrid está podrida. Y no es de la lluvia.

Ahora estás en la cima de la roca. Olfatea el horizonte. Cuidado con despeñarte. Cuidado, no te vayan a empujar. ¿Qué futuro nos deparas, Cristina Cifuentes? ¿A qué aspiras? Será muy trascendente y significativo. Para el Partido Popular y para esta democracia enferma

Pues ya tenemos a Ignacio González durmiendo en el hotel de Soto del Real. No tiene las vistas que ático de la Costa del Sol, pero está más seguro. Y bien acompañado de su hermano, que a la costa nunca iba porque no le gusta la arena. Les gusta el agua dulce. A Esperanza rumiando venganza. Y a Mariano tentándose los bolsillos por si le falta el mechero. Para prender el puro. O para prender cualquier coleta rubia que se le acerque. ¡Cuidado Cristina! Los más suaves son los mayores traidores. Conocemos tu olfato y tu inteligencia. De otra forma no hubieses hecho carrera con Esperanza enfrente. Pero ahora estás en la cima de la roca. Olfatea el horizonte. Cuidado con despeñarte. Cuidado, no te vayan a empujar. ¿Qué futuro nos deparas, Cristina Cifuentes? ¿A qué aspiras? Será muy trascendente y significativo. Para el Partido Popular y para esta democracia enferma.

Encargaste una auditoría y enviaste el informe a la fiscalía. No se podía tener en el despacho de tanto como olía. Te has puesto al mando del PP de Madrid, que también huele muy mal. Has contrariado el laissez passer de Mariano. Has desafiado a La Razón, Planeta, Antena 3, La Sexta, Onda Cero, OHL y al compiyogui. Demasiados. Miedo das, Cristina. ¿Adónde quieres llegar? Donde todos piensan. A sustituir a Mariano. A donde no llegó Esperanza. A presidir el Gobierno de España. Suerte, que la vas a necesitar. Pero encomiéndate a todos tus tatuajes y que no te falte la lealtad y el honor de los que te rodean. Y que el agua del Manzanares vuelva a bajar limpia. Ya dijo el poeta inglés W. H. Auden que "miles de personas han sobrevivido sin amor; ninguna sin agua". Tuya es el agua clara.