Apple y Samsung han encarecido sus mejores móviles entre un 20% y un 10%
El iPhone 6s cuesta 150 euros más que el iPhone 4, mientras que el Galaxy S7 supera en 70 euros a su antecesor, el SII
7 marzo, 2016 13:30Los terminales de alta gama de Apple y Samsung --marcas que tienen el 40% del mercado español de móviles-- se han encarecido un 20% y un 10% en los últimos cinco años, respectivamente, pese a que el precio de los teléfonos ha descendido de media un 32,7%, según se desprende de un análisis realizado por Kelisto.es.
Comprar el iPhone 4s en 2011 costaba 599 euros en el mercado libre, mientras que el último iPhone 6s Plus cuesta 749 euros, lo que implica que el consumidor debe gastar ahora 150 euros más que hace cinco años para hacerse con la versión más básica del último teléfono lanzado al mercado por Apple.
El Galaxy S7
En el caso de Samsung, el importe a pagar ha variado desde los 649 euros que costaba el Galaxy SII cuando se lanzó en 2011 a los 719 euros que habrá que pagar por el recién anunciado Galaxy S7, que comenzará a comercializarse en España el día 11. Esto supone un aumento de 70 euros en el caso de las versiones más básicas de los terminales más avanzados de la firma coreana en los últimos cinco años.
"El precio de los mejores móviles del mercado se ha disparado en los últimos cinco años. Los fabricantes han aumentado considerablemente los precios mientras que los sueldos no han crecido ni un euro y el precio de los móviles de gama media ha descendido considerablemente", destaca el redactor jefe de Kelisto.es, Manuel Moreno.
Salarios estancados
Si el salario mensual más frecuente en España, 1.107 euros según el INE, ha permanecido invariable en los últimos cinco años, los consumidores deben abonar actualmente hasta un 67% de su salario mensual para poder hacerse con dispositivos como el iPhone 6S o el Samsung Galaxy S7, frente el 54% que suponía en 2011.
Mientras otros dispositivos electrónicos, como los televisores o los ordenadores bajan su precio a pesar de continuar evolucionando, en el caso de la telefonía móvil la tendencia es opuesta.
Los grandes fabricantes provechan el afán de los consumidores por renovar sus móviles y disponer así de los más innovadores, lo que por otra parte les lleva a cambiar de terminal cada 18 meses.