Josep Maria Violant, secretario de finanzas de UGT de Cataluña y una imagen del 15 Congreso del sindicato.

Josep Maria Violant, secretario de finanzas de UGT de Cataluña y una imagen del 15 Congreso del sindicato.

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Un convergente mantiene el control de la caja de UGT de Cataluña

Josep Maria Violant, exempleado de Alstom, continuará en cúpula del sindicato como responsable de finanzas

7 abril, 2016 20:08

Los 450 delegados que cerrarán este viernes el 15 Congreso de UGT de Cataluña votaron a favor de un nuevo secretariado en el que se combinan caras nuevas y nuevos representantes, entre los que se encuentra Josep Maria Violant, el hombre de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) en el sindicato.

El secretario general de la organización desde el jueves por la tarde, Camil Ros, manifestó en la presentación de la cúpula de UGT que renovaban la “confianza” que había depositado su predecesor en el cargo, Josep Maria (Pepe) Álvarez, en el sindicalista que fue jefe de gabinete del consejero de Benestar i Família de cabecera de Jordi Pujol, Antoni Comas (estuvo en el cargo de 1988 hasta 1999) y se consejero delegado de la empresa que rehabilitaba viviendas sociales de la Generalitat, Adigsa, que desapareció al saltar el caso de corrupción que lleva su mismo nombre.

‘Fichaje’ en Alstom

Violant participó en el secretariado nacional del partido de Artur Mas y Carles Puigdemont como secretario de administración y es miembro del Consejo Permanente de la Conferencia Nacional per l’Estat Propi.

Su conexión directa con el presidente de la Generalitat y la consejería de Empresa en las últimas legislaturas propiciaron su fichaje en la planta de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) entre 2011 y 2013. Su tarea era ejercer de intermediario entre la empresa y el Gobierno catalán para asegurar la paz laboral en la compañía en un momento de máxima tensión por las reestructuraciones.

Control de la caja de UGT

De forma paralela a su actividad profesional y política, Violant ha ejercido de gerente de UGT de Cataluña desde 2002. Tal y como indicó Ros, en los últimos años el sindicato lo ha pasado “entre mal y muy mal” económicamente hablando hasta llegar al momento actual, en el que el “82% de los ingresos so recursos propios” y se trabaja con el objetivo de llegar al 90% para “garantizar la autonomía sindical y la financiera”, reivindicó el futuro secretario general de la organización.

Ese será el reto que tiene Violant sobre la mesa y mantendrá. En cuanto a sus opciones políticas, el presidente de la UGT catalana, Matías Carnero, dejó muy claro que se deberán quedar en la puerta del sindicato porque la nueva estructura no tolerará injerencias políticas.

El responsable económico, Secretario de Administración, del sindicato trabajará a partir de este viernes bajo la vigilancia del presidente, que tiene la intención de controlar de forma directa el área económica. En el Congreso, adoptó un perfil bajo.