Persona flotando en el túnel de viento / WINDOOR

Persona flotando en el túnel de viento / WINDOOR

Vida

Windoor: La experiencia del túnel de viento de la Empordà

El primer simulador de caída libre en la península ya se puede disfrutar en la comarca gerundense

18 septiembre, 2019 13:58

El salto con paracaídas es una de las experiencias más extremas, cargada de adrenalina y pura emoción. La sensación de poder flotar libre como un pájaro, sólo se puede alcanzar realizando este tipo de prácticas. Hasta hace pocos años el paracaídas era el único método factible, pero con la llegada del túnel de viento se ha abierto un nuevo horizonte de posibilidades.

Con este simulador de caída libre se acabó la necesidad de tener que elevarse con un avión a varios miles de metros o llevar un profesional a las espaldas durante el descenso. Para poder acceder a este túnel es necesaria una preparación previa, para conocer las posiciones de la ejecución de vuelo. Apto tanto para profesionales que deciden perfeccionar su técnica, como personas amateur que solo desean vivir la experiencia

Salto al vacío

Situado en la comarca del Alt Empordà, Girona, se ha convertido en la principal alternativa a la hora de disfrutar de un buen salto desde las alturas. Este cilindro de 10 metros de altura, exclusivo en toda la península ibérica, emula a la perfección la sensación de estar suspendido en el aire durante varios minutos. Sus puertas se encuentran abiertas desde el año 2012.

El túnel de viento es transparente, lo que propicia que la sensación de flotación sea más real de lo que parece. El hecho de que se pueda visualizar a la persona durante la caída facilita la posibilidad de fotografiar o grabar en vídeo, con el fin de inmortalizar esa experiencia única. Todos los niños de más de cuatro años pueden realizar esta actividad sin ningún tipo de riesgo.

Preparación antes que ejecución

Para ello, un instructor de vuelo prepara previamente a todas aquellas personas que van a volar. Tras haberse colocado la indumentaria correspondiente, se pasa a una sala presurizada con una capacidad máxima para 12 personas.

Cada persona realiza dos vuelos. Ambos duran dos minutos, siendo la función principal del primero el asentamiento de todos los conocimientos aprendidos. Esto permitirá que el segundo vuelo sea más placentero, intenso y real. Para los acompañantes, el recinto cuenta con una zona de descanso y ocio donde se puede disfrutar de refrescos y comida mientras dura la experiencia.