El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, es un hombre de gran coraje que desconoce el miedo, incluso el miedo al ridículo. De ahí que no tuviera el más mínimo inconveniente en comparecer el pasado sábado en el plató de Preguntes Freqüents, el circo en el que los cristianos amarillos se cenan a los leones unionistas.

Hay que tener valor, un valor incluso físico, para presentarse en TV3 después de haber abogado por su intervención administrativa, pero es que casi nada detiene a Albiol y mucho menos una contradicción. Meses lleva el dirigente popular dando la vara de que socialistas y ciudadanos se negaron a que el 155 fuera de aplicación en los medios públicos, como si Mariano Rajoy hubiera mostrado algún interés por meter mano en semejante campo de minas.

Controlar TV3. Da la risa sólo de pensarlo. La televisión autonómica catalana es como es y se cierra o se deja tal como está, fruta madura del mismo manual de estilo de TVE de Cataluña que fue trasplantado con éxito a la televisión autonómica.

El caso es que Albiol se metió en la boca del lobo con sus aires atléticos y salió el siguiente titular de la entrevista: "Jo no la noto, però hi ha fractura social". Tal cual. Por Sant Jordi le querían echar de Badalona, pero pelillos a la mar. Además y como dijo Laura Rosel, que a un político le insulten por la calle va en el sueldo. Claro. Y que lo metan en la cárcel, también. ¿Verdad?

Albiol no es el único pepero al que le va la marcha masoca. El mismo Millo se pasó la semana pasada por la tele de El Punt Avui para decir que "no facilita cap solució que hi hagi polítics a la presó". Nada más queda que Terribas le practique una entrevista a Montoro para que termine de desacreditar el cargo de malversación del magistrado Llarena. Lo raro es que digan en público y en privado que tenían que haber intervenido TV3. ¿Y dónde harían ese tipo de declaraciones entonces?

Paco Marhuenda en un monstruo de la televisión. Cada vez está más cómodo en La Sexta noche de los sábados. El pasado lucía unas vistosas zapatillas, que no pantuflas. En nada le instalarán una fotocopiadora en el plató para que pueda intervenir mientras hace lo que más le gusta: fotocopias.