Vida

El posado Real, el de Rajoy y el de un cerdo descomunal

La última foto de la Familia Real al completo y la caminata de Rajoy con el marido de Ana Pastor. Noticia de querella sobre el "minipig" de Eugenia Martínez de Irujo

6 agosto, 2016 21:01

En el último posado del Rey Juan Carlos en Marivent se juntó toda la familia, hasta Jaime de Marichalar. Dieciséis figuras había en el retrato de las escaleras del palacio de Marivent. Corría el verano de 2007 y Urdangarín aparecía sonriente detrás del monarca, en plan cuñado golferas. En la imagen de Hola, cada uno miraba para su lado. Cuando Goya se ocupaba de estas cosas, Carlos IV y familia posaban todos con los ojos en el espectador. El genio del hiperrealismo Antonio López también prepara un retrato muy apañado y trabajado de la Familia Real. Lo empezó cuando don Felipe salía con Isabel Sartorius y todavía no lo ha terminado.

Sin embargo, el último posado de Juan Carlos I tiene una potencia descomunal. Jaime de Marichalar y la infanta doña Elena rompieron "temporalmente" su convivencia y hasta hoy. Iñaki Urdangarin y la infanta doña Cristina serían con el tiempo imputados por el caso Nóos y en esas están. El Rey se partiría la mitad de la crisma en una desgraciada cacería de elefantes en Bowtsana con su amiga Corinna y ahora parece que se va recuperando. La Reina se hartaría de disimular y tot plegat acabaría en la abdicación del Rey campechano del borboneo siete años después de aquel photocall. Siete años en los que no hubo posado real ni en Mallorca ni en Zarzuela. Fueron aquellos tiempos de felicitaciones de Navidad con el photoshop en manos de algún trastornado, de corta y pega cabezas de nietos a lo crazy.

Felipe VI recuperó la costumbre, pero eliminó la farfolla, ni cuñaos, ni hermanas, ni sobrinos ni otros parientes, incluidos los padres. Sólo salen él, doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. En esas condiciones, Antonio López no tarde ni siete años en pintar el cuadro. Las niñas crecen y hasta parecen conscientes del sentido de la imagen. El Hola ha recogido (en el anterior enlace) una completa retrospectiva aliñada con las fotos de esta edición.

Quienes no van a posar ni de coña este agosto son los políticos. En el PP se han dado órdenes de ojito con hacer el frívolo en la playa. Emilia Landaluce se lamenta en su columna de La Otra Crónica de que nos perderemos el posado casual de María Dolores de Cospedal, "una pena dado el macicismo de la secretaria", escribe. El único posado es el de Rajoy, que aparece con José Benito Suárez, el marido de Ana Pastor, caminando por la vida como Melendi o en plan Mariano Haro si prefieren. Que el presidente en funciones se ha tomado un respiro en Galicia, dice El Mundo. Se ha hecho la "Ruta da pedra e da agua". Tremendo polo rojo y en pantalones cortos. A sus años, ni para hacer deporte.

Etica periodística. Falso titular en el Qué Me Dices: "¡Así ha crecido la cerda de Eugenia Martínez de Irujo!". ¡Cómo! Tal cual. Tiene su punto bizarro y alucinógeno, pero es casi todo mentira. Le das con el dedito al titular y aparece la cerda, que es una mascota a punto de reventar, una especie porcina de cuto bulímico que seguramente suscitará las críticas y quebrantos de los animalistas por maltrato. Eugenia Martínez de Irujo, hija de la fallecida Duquesa de Alba, abraza al animal como si fuera un peluche gigante. El caso es que el QMD titula cerda y no cerdo, que es el género del bicho que aparece en el posado en Facebook de la antedicha y que encima se llama Bacon. Sí, como el pintor.

Según el texto que la aristócrata y diseñadora de Tous ha colgado en su muro de Facebook, "lo acogí en casa porque nadie lo quería... Mi amiga me dijo que era un MINIPig". "¡Este es Bacon ahora! No existen los MINIPig. Es un cuento chino". En el Lecturas, en cambio, tratan con rigor la noticia. Ni Eugenia es una cerda ni tiene ninguna cerda. Este es un asunto de querella. Y, ciertamente, los minicerdos no existen. Ni tampoco los minigatos criados en botes de cristal.

Por cierto, ya vale de comentarios racistas sobre los chinos. El colegio de periodistas debería desaconsejar el uso de expresiones tales como 'engañado como un chino, 'me lo juego a los chinos', 'cuentos chinos' y demás a excepción de 'Chino' como supermercado, bazar o almacén inaudito.