El cuerpo de la víctima, Aiwa Matsuo, fue encontrado en el apartamento de la presunta asesina –las dos se graduaron juntas-, que no vivía con sus padres. Los padres de la víctima, alertados por la ausencia de su hija el pasado sábado, llamaron a la policía y los agentes hicieron el escabroso hallazgo.
Aunque Japón tiene una de las tasas de homicidios más bajas del mundo, en el país del sol naciente han ocurrido algunos brutales asesinatos de niños por parte de otros niños. En Sasebo, otra adolescente mató a cuchilladas a otra en el año 2004.