La Guardia Civil se ha incautado de 21 tortugas, tres cocodrilos, dos serpientes pitón y un camaleón en una casa de Sant Vicenç de Montalt, en Barcelona. Los agentes han detenido allí a tres personas por tráfico de especies protegidas, que importaban para venderlas a particulares.

La investigación comenzó a principios de 2019, cuando el instituto armado detectó en el aeropuerto de El Prat a un ciudadano español que había llegado a Barcelona en un vuelo procedente de las Islas Seychelles y a quien le intervinieron, camufladas en el interior de su equipaje, 76 crías vivas de tortuga Gigante de Aldabra.
Zoológico ilegal
Agentes del Seprona tiraron del hilo para determinar el posible destino de los reptiles y descubrieron un zoológico ilegal en una finca de Sant Vicenç de Montalt. Allí habían desplegado una instalación para mantener la temperatura y humedad adecuadas para los animales exóticos.

También contaban con terrarios y focos de luz, así como un congelador donde almacenaban pollos para alimentar a los animales. Los agentes arrestaron a tres integrantes de la organización, todos de nacionalidad española, por delitos contra la fauna, de contrabando y falsedad documental.
Animales en un centro
Los animales han sido trasladados a un centro especializado, donde se recuperan. Las diligencias instruidas por la Guardia Civil fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción 5 y de la Fiscalía de Medio Ambiente de Barcelona.