Varios turistas cargan sus maletas en una calle de Barcelona, cuya llegada conllevará una recuperación del empleo en el sector turístico / EP

Varios turistas cargan sus maletas en una calle de Barcelona, cuya llegada conllevará una recuperación del empleo en el sector turístico / EP

Vida

La solución para el reparto de la oferta de alojamientos turísticos en un modelo matemático

La fórmula ideada por EAE Business School y 3 Capital propone desplazar la carga turística a zonas con menos concentración

7 junio, 2021 00:00

EAE Business School, en colaboración con la consultora y gestora especializada en alojamiento turístico 3 Capital, publican el estudio Carga proporcional derivada: aplicación al destino Barcelona, un modelo matemático para el reparto equilibrado de la oferta de alojamientos turísticos.

Este modelo teórico ofrece una posible solución sostenible frente a la "saturación turística" de algunos destinos, pues permite expandir hacia zonas periféricas el flujo económico y los efectos multiplicadores generados por los turistas. El estudio, aunque parte del caso de la capital catalana, puede ser aplicado a cualquier ciudad.

Un sector maltratado por la pandemia

El sector turístico era uno de los motores principales de actividad económica en Cataluña antes del Covid, con un gasto superior a los 21.000 millones de euros en 2019 y un peso del 12% del PIB y el 14% del empleo, superior a  cualquier actividad industrial, tal como recoge el informe.

Solo en Barcelona, el turismo generaba más de 150.000 puestos de trabajo, es decir, un 8,6% del empleo total. Y era la cuarta actividad en creación de riqueza (7,3% del PIB), recaudando más de la mitad de los ingresos del impuesto turístico en Cataluña. Estas han sufrido con la pandemia una caída abrupta: en 2020 la llegada de visitantes descendió el 77,3%, mientras que los ingresos se redujeron un 88%.

Un modelo más sostenible

Tomeu Pons, autor del estudio y profesor de EAE Business School, considera esta una oportunidad para crear un nuevo modelo de turismo más equilibrado y sostenible: “Somos muchísimos los que pensábamos que la ciudad había llegado a un índice de turismo molestos, incluso”. El profesor habla acerca de la “sensación de que el turismo se lo va a comer” para añadir que “al final, esto no sucede porque, en una economía mundial e internacional, cualquier pequeña afectación hace que caiga o suba el consumo, como está sucediendo ahora”.

Aún así, Tomeu defiende el turismo como algo muy positivo para una ciudad y “con una capacidad económica que muchas veces no se tiene en cuenta”: En 2019, tal y como señala el estudio, el gasto medio diario de un turista estaba en 195 euros diarios. Otro dato importante, comenta el doctor, es que “el turista está en torno al 50-60% del día en espacios cercanos al lugar en el que se aloja”. Todo esto supone “unos beneficios económicos muy interesantes para cualquier zona donde estén los hoteles”.

Un modelo matemático

Según Tomeu, el estudio se llevo a cabo “comprobando qué elementos se relacionaban en un entorno simbiótico o de colaboración”, luego, “observamos las diferentes empresas de datos geográficos analizados con “big data” e inteligencia artificial y empezamos a ver qué patrones tenían de análisis”.

De aquí surge la fórmula "Carga Proporcional Derivada" (CPD), que parte de dividir la ciudad en zonas a partir del centro, donde hay más presencia de hoteles y otros alojamientos. Así, la carga turística se iría desplazando de forma sucesiva desde las zonas más saturadas hacia los barrios con menos concentración.

Descomprensión del turismo y repartimiento equitativo

“Encantamos este patrón de ondas, cada una de ellas con una posibilidad de carga, de forma que si se exceden esta se deriva hasta la siguiente, hasta encontrar otra libre”. Según el trabajo realizado, cuando las ondas más próximas al centro de la ciudad consiguen una determinada proporción entre alojamientos turísticos, residencias, comercios, oficinas, etc., la carga sobre el territorio se desplaza de forma consecutiva sobre la siguiente zona.

El estudio propone un índice de carga y usos de 80% residencial, 10% turismo, 5% oficinas y 5% comercial y, según el profesor Tomeu, “este debe tener correspondencia y ser coherente con los usos tradicionales del barrio y con la planificación a medio y largo plazo que se prevea desde las Administraciones públicas". Además, gracias a esta fórmula se podrían localizar las áreas donde construir hoteles u otros servicios.