Fachada del TSJC / EUROPA PRESS

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Vida

Solicitan 15 años de cárcel para unos padres que zarandearon a su bebé de tres meses en Barcelona

El menor sufrió lesiones torácicas, cerebrales y medulares por las que padece secuelas motrices y cognitivas graves

11 octubre, 2022 16:47

Este martes se ha celebrado en la sección 20 de la Audiencia de Barcelona el juicio contra los padres y la tía materna de un menor que fue víctima de malos tratos. La Fiscalía acusa a los progenitores de zarandear violentamente al bebé cuando este tenía tres meses hasta el punto de causarle una parada cardiorrespiratoria en abril de 2015. Aunque el menor sobrevivió, sufre secuelas motrices y cognitivas graves.

La fiscal asegura que el niño sufrió “repetidos golpes, zarandeos y movimientos bruscos” que le causaron “lesiones torácicas, cerebrales, vertebro-medulares y oculares". Debido a estos daños, el bebé estuvo ingresado durante más de un año en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Un hijo "muy deseado"

Este martes la madre ha declarado que su hijo fue “muy deseado” y que "jamás" lo zarandeó ni lo lanzó contra el suelo. Preguntada por el episodio en el que el menor sufrió la parada cardiorrespiratoria, la madre ha recordado que “estaba como muerto, agónico, con los ojos hacia atrás y la boca azulada”, por eso lo reanimó zarandeándolo ligeramente, según ha recogido Efe.

La madre lo ha achacado a que el menor tenía dificultades en la ingesta de leche que le provocaban ahogamiento y vómitos. Aunque ha reconocido que “le dio unas palmaditas en la espalda” y que “lo zarandeó un poco para que volviera en sí”, niega el maltrato.   

La pediatra no vio lesiones

El padre también lo ha negado y ha corroborado la versión ofrecida por la madre, que ha recordado que uno de los golpes que presentaba el menor podría deberse a una caída junto al capazo en el que descansaba unos días antes del agónico episodio.

Por su parte, la abuela paterna, con quien reside el menor en la actualidad, ha declarado que los padres trataban bien al niño. “El trato era amoroso, cariñoso y se preocupaban en exceso por el bebé”, ha relatado. También lo ha corroborado la médica que la familia visitó junto al bebé el día previo a su ingreso para tratar los problemas con la ingesta de leche que le provocaban vómitos y ahogamiento. En esa consulta, se certificó que el menor presentaba un diámetro craneal más grande de lo normal. Además, ha negado que el bebé presentara lesiones.

Golpes por todo el cuerpo

Sin embargo, los informes forenses presentados durante el juicio confirman que, en el momento del ingreso, el niño presentaba lesiones en distintos estado evolutivos que indican que el menor sufrió malos tratos en diferentes momentos de las semanas previas. Entre ellos, fracturas en el tórax y lesiones en el cerebro. Por eso, desde el hospital activó el protocolo habitual ante la sospecha de malos tratos habituales.

Los forenses que han declarado durante el juicio han corroborado que el bebé sufría lesiones “dispersas, graves y de semanas de evolución” en todo el cuerpo, signos del síndrome del niño zarandeado. Preguntados por estas lesiones, han negado que sean compatibles con las palmadas que se le dan en la espalda a los niños para que expulsen gases o con un leve zarandeo durante un episodio de ahogamiento. Tampoco las ven compatibles con una caída accidental desde un capazo.

Secuelas graves

En total, el bebé permaneció 375 días hospitalizado y requirió de tratamiento quirúrgico. Estas lesiones le han causado secuelas graves que afectan a su autonomía, que le impiden adquirir el lenguaje y que le causan problemas para deglutir.

Por estos hechos la Fiscalía pide 15 años de prisión para los padres del menor --12 por lesiones agravadas y tres por violencia física habitual--, así como la privación de la patria potestad.