Una llave antigua, similar a la que utilizaba un sereno / EFE

Una llave antigua, similar a la que utilizaba un sereno / EFE

Vida

El sereno regresa a Cataluña para velar por la seguridad

El programa, que dará trabajo a casi 20 personas en paro, busca “paliar las agresiones e incivismo que se respira en los municipios"

17 enero, 2019 12:50

Hace más de 40 años que la figura del sereno dejó de velar por la seguridad ciudadana en las calles de las distintas localidades de España. No solo se encargaban de abrir las puertas de las casas a los vecinos, sino que también anunciaban la hora y los cambios atmosféricos. Su función era recorrer los municipios protegiendo de posibles robos y evitando peleas y altercados en plena vía pública.

Cuatro décadas después Santa Coloma de Gramenet y Premiá de Dalt (Barcelona) recuperan los serenos con una doble intención: reducir el número de parados en el municipio y hacer que sus habitantes se sientan más seguros al caminar por sus calles una vez cae la noche debido a la falta de efectivos policiales.

Comunicar anomalías

La alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Núria Parlon, ha anunciado que el municipio pondrá en marcha el programa de serenos para “paliar la sensación de inseguridad e incivismo que se respira en la ciudad”. Las funciones de casi una veintena de personas en paro que formarán parte de esta iniciativa serán las de velar por la tranquilidad de los habitantes del municipio y hacer que se cuide el mobiliario urbano durante toda la noche.

“El personal se dedicará a detectar y comunicar anomalías que puedan llegar a generar problemas mayores”, ha señalado la primera edil de la localidad catalana. “Vigilar que los comercios estén bien cerrados, que no haya alumbrado roto que deje alguna calle a oscuras o acompañar a la gente mayor a tirar la basura si les da miedo salir de noche”, son algunos ejemplos que ha apuntado Parlon.

También mujeres

A diferencia de la figura histórica nació en el siglo XVIII, los serenos del municipio también serán mujeres. La edad es uno de los requisitos que deben cumplir los futuros vigilantes. Sea cual sea su sexo, deben tener más de 45 años. Si son los elegidos, llevarán la correspondiente identificación y su horario laboral será de 23.00 horas de la noche a las siete de la mañana.

En marzo, unas 20 personas, en parejas mixtas, ya recorrerán las calles de la localidad. Además, el ayuntamiento facilitará un teléfono de contacto que permita a las personas comunicarse con este servicio, así como reservar un agente en el caso de que tengan miedo a salir de casa por la noche.

El contrato

Los serenos tendrán un contrato laboral anual en el que se contemplarán los días de fiesta y pluses por nocturnidad. En cuanto al salario, rondará los 1.200 euros brutos.

El departamento de Promoción Económica de Santa Coloma también contempla la creación de una bolsa de trabajo para cubrir bajas o sustituciones. La partida destinada a este programa ronda los 400.000 euros anuales.

El caso de Premià de Dalt

La localidad de Premià de Dalt es una de las más castigadas por los robos en el interior de las viviendas. Por lo tanto, la figura del sereno complementaría las funciones de la Policía Local. Se asignará como mínimo un vigilante a cada una de las cuatro zonas del municipio y se intentará que sean siempre las mismas personas para que conozcan a los vecinos y tenga confianza con ellos.

En este municipio de la comarca del Maresme se comenzará a patrullar también en marzo como una prueba piloto, según ha anunciado Josep Triadó, alcalde de la localidad. A partir de aquí se decidirá cuáles son los meses del año en los que es más necesario reforzar la seguridad de acuerdo con la época de más incidentes en la zona.

Sin miedo

Será más seguro recorrer las calles de ambos municipios. En ambas localidades ha aumentado la percepción de inseguridad que, además, se incrementa por factores como la oscuridad, la edad, los espacios vandalizados y la cuestión de género. Esta última se debe a los últimos casos de agresiones sexuales que están repuntando en toda España.

Los aspirantes a sereno deben tener una clara vocación por la seguridad de los ciudadanos. Además, los dos consistorios que han implantado esta figura han recalcado que su labor no “pisa las funciones de la Policía Local”. Se trata de coordinarse con el cuerpo y alertarlo rápidamente ante cualquier incidente nocturno.