El rectorado de la UB elude cualquier responsabilidad del experimento con 32 cachorros

El rectorado de la Universitat de Barcelona (UB) se desmarca del experimento con cachorros de un grupo alojado en sus instalaciones del Parc Científic, pero reconoce que las pruebas del fármaco se harán a mediados de marzo y que los animales son "insustituibles al efecto de garantizar el progreso científico". 

Así lo ha reconocido la dirección de la UB en un comunicado emitido este martes, en el que explica que las pruebas mencionadas no se han hecho ni se harán en enero sino en marzo. Dicho experimento, dice el rectorado, corresponde a una entidad externa alojada en las instalaciones del Parc Científic, que depende de la universidad, y que busca desarrollar curas para enfermedades fibróticas. Asimismo, el rectorado confirma que dicha investigación comporta un estudio histopatológico de los órganos de 32 perros de raza Beagle, y no de 38 como había trascendido.

La experimentación no ha comenzado

La dirección se desmarca del proyecto y reitera que la experimentación con animales todavía no ha comenzado. "Por ahora se está elaborando el protocolo de trabajo con la consiguiente evaluación y validación de los requisitos establecidos en las normativas autonómicas, estatales y europeas", reza el texto, "así como a los preceptos éticos que vinculan al Parc Científic y a la UB". 

En el mencionado escrito la Universitat de Barcelona justifica la experimentación animal, al considerar que es "insustituible" al efecto de garantizar la evolución de la ciencia y, en concreto, de la biomedicina. Según la UB, se ha optado por esta práctica porque es "estrictamente ineludible", pero defienden que se hará desde "la máxima exigencia ética y el menor impacto en los animales que forman parte del experimento". 

La empresa es Vivotecnia

La empresa contratada para realizar dichos estudios por licitación pública es Vivotecnia, salpicada por un escándalo de maltrato animal. Sin embargo, la UB defiende que el laboratorio con sede en Madrid ha sido "contratado cumpliendo todos los requisitos legales de la contratación pública".

Desde el rectorado se defienden de las acusaciones y aseguran que están comprometidos a buscar alternativas a la experimentación con animales para encontrar otras opciones que hagan posible el progreso científico sin necesidad de recurrir a esta práctica.