Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, en una imagen de archivo.

Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, en una imagen de archivo.

Vida

¿Quiénes son los testaferros, fiduciarios y asesores de Pujol Jr?

Distintos informes policiales y judiciales ponen nombres a los supuestos colaboradores del clan. En la mayoría de los casos no han sido citados a declarar, en un proceso que, tras su eclosión, se prevé lentísimo

9 diciembre, 2015 20:28

Distintos informes policiales y judiciales ponen nombres a los supuestos colaboradores del clan. En la mayoría de los casos no han sido citados a declarar, en un proceso que tras su eclosión se prevé lentísimo

Tres años de investigaciones sobre Jordi Pujol Ferrusola. A priori, parece tiempo suficiente para clarificar, de una vez por todas, si los indicios de supuesta criminalidad contra Júnior se transformarán en prueba. O no. Tres años de indagaciones judiciales y aún no se ha acreditado si las sospechas que maneja la Udef desde que la ex novia del primogénito del ex president, Victoria Álvarez, denunciase.

Lo hizo con taquígrafos, pero con poca luz, y se desconoce todavía si los indicios son o no sólidos y suficientes para decretar alguna medida cautelar contra él, o para forjar las eventuales calificaciones acusatorias de la Fiscalía Anticorrupción y del resto de acusaciones.

Lenta y cansina justicia

En el mundo de la justicia el reloj no marca las horas. Simplemente transcurren. La explosión del caso Pujol Ferrusola, hace tres años, espoleó otras causas paralelas –caso de la herencia, caso Oleguer, ITV…– se irrumpió con la debida fuerza y determinación. Acreditadas estructuras de la inteligencia del Estado confluyeron y asintieron ante la "necesidad" de desvirtuar el procés a base del descrédito –con argumentos insolventes, en algunos casos, y con argumentos lapidarios, en otros–, de sus adalides más emblemáticos.

Se empezó a fraguar hace años, cuando desde la cocina del Ministerio del Interior se desempolvaron legajos, se actualizaron informes reservados y se muscularon lo suficiente los brazos ejecutores. Algunos, con placa oficial.

El enano se ha hecho grande

Ha pasado el tiempo y la causa se ha hecho grande, muy grande. Los argumentos incriminatorios que parecían endebles y descaradamente tendenciosos han adoptado robustez y credibilidad tras el reconocimiento que el ex president Pujol hizo de su ocultación fiscal. Primera victoria y espaldarazo a los que escudriñaban el procés con inquina y, cada 11 de septiembre, con retortijones.

Con el viento a favor, los impulsores de la causa observan como la investigación por la presunta corrupción atribuible al clan Pujol se va haciendo grande y consistente como un pastel que crece y se hincha en el horno a medida que aumenta la temperatura.

La Udef pilla buena onda

Los imputados se multiplican, tanto los que "consiguieron contratos" (o eso parece), como los que pagaron por ello con la alegría y desenfreno de quien no entiende que haya otra forma posible de hacer las cosas.

La Udef, contenta por saberse, por fin, en la buena onda, sigue con su trabajo obcecado, imperturbable a las criticas y a los que sólo saben defenderse exclamando aquello de "¿qué coño es la Udef"?.

Llega la rogatoria andorrana. El juez De la Mata entiende que allí aparecen los restos de ADN del clan Pujol, y que el caso sube de temperatura por momentos. Además se cree, y se dice en varios autos, que Pujol Ferrusola es un mentiroso: dijo que no tenía cuentas dónde sí las tenía.

De la Mata se agarra a esa mentira

A los jueces no les gustan los inculpados mentirosos, aunque la ley les ampara y abriga para serlo.

Los defensores de la familia o son grandes actores o, en realidad, la rogatoria les ha dejado impávidos, casi complacidos. Dicen que allí no hay nada que rascar contra sus clientes. Sólo movimientos de altos vuelos financieros que ni jueces, ni fiscales, y mucho menos la policía alcanzan a entender. Dicen, en todo caso, que se trata de operaciones macroeconómicas complejas, pero legales.

Muchos acontecimientos al mismo tiempo

Entre la llegada de la rogatoria andorrana y los días previos a las elecciones generales han pasado muchas cosas: por ejemplo, fraguaron los contactos in situ de Rajoy en Andorra. Allí se desplazó a hablar de lo que tenía que hablar y con quien tenía que hacerlo.

La justicia andorrana, –la Fiscalía General del Principado para ser más exactos–, muestra sus respetos a la española –a la Fiscalía Anticorrupción, para ser más exactos–, por la ayuda determinante y leal que desde España se facilitó a los jueces y fiscales andorranos en el caso BPA. Difícilmente se hubiera cortocircuitado la terrible crisis financiera de aquel país (que ofreció a la opinión publica andorrana la cabeza del CEO del banco) sin el concurso de los jueces, fiscales y policías españoles.

Esto, como diría el poeta, es la lluvia que cayó ayer. Hoy la instrucción de lo que ya se puede llamar "macro causa contra los Pujol" sigue el lento devenir de cualquier otra tramitación judicial, especialmente si los imputados –como es el caso– son presuntos delincuentes de cuello blanco y están asesorados por bufetes expertos y prestigiosos que saben que un proceso cansino y largo es un proceso beneficioso para sus intereses.

Manos limpias echará sal en la herida

El sindicato Manos Limpias anunció que se une a la fiesta y lo hace derrochando la irreverencia y la notoriedad a que acostumbra. Seguro que su presencia no pasa inadvertida ni va a resultar una buena noticia para los Pujol.

Con este estado de cosas, el último auto del juez De la Mata, en el que pormenoriza a su colega de Barcelona –la juez Beatriz Balfagón– las líneas maestras de la investigación que sigue sobre el primogénito, aporta datos significativos y sobre los que conviene detenerse.

Por ejemplo, enumera a los testaferros (no sólo los nombra con nombre y apellido, sino que los califica sin matices de esta forma) que habrían colaborado con Jordi Pujol Ferrusola en el proceso de blanqueo de capitales.

Rainford sigue sin ser detenido

Aparece el nombre de Herbert Rainford, el fiduciario inglés que habría colocado dinero de Júnior en media Europa, según la policía y el juez. Los agentes de la policía han pedido su detención internacional y el registro de sus oficinas, pero el juez aún no ha tomado ninguna decisión al respecto. Y ya van tres años de instrucción.

En otro autos judiciales aparece la catalogación de testaferros para intermediarios como José de Alba Barnola, Juan José Baró Puyo, Antoni Zorzano Riera y Juan Manuel Rosillo Cerrejón, todos ellos personajes respecto a los que la policía ha vertidos ríos de tinta en sus informes sin que ninguno de ellos esté imputado. Curioso.

Testaferro para Argentina

El último en aparecer en los autos del juez bajo el epígrafe de testaferro es Lluís Badia, ex diputado, ex senador de CiU, y ex presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona. En el auto que el juez de la Audiencia Nacional envía el pasado día 20 de noviembre a su colega de Barcelona, De la Mata sugiere que Badia fue la punta de lanza de Júnior en las controvertidas operaciones financieras de Puerto del Rosario, en Argentina.

"Las cuentas andorranas muestran la posibilidad que, desde marzo de 2001, Jordi Pujol Ferrusola fuera el titular de esas participaciones en Puerto de Rosario, ejerciendo de testaferro Luis Badía i Chancho, inyectando grandes cantidades de dinero negro que explicarían el precio de venta final fijado en 9.000.000 de dólares", reza uno de los autos.

Operación altamente sospechosa

De la Mata se refiere a la operación financiera por la que Pujol Jr. se hizo con un paquete accionarial de la compañía explotadora del puerto de Rosario. El juez destaca como altamente sospechoso el hecho de que el primogénito entrara en el proyecto de este puerto argentino gracias a que su amigo y correligionario, Lluís Badia, le vendiera su paquete accionarial en esa compañía explotadora por 500.00 dólares cuando al ex diputado, ex senador convergente y ex responsable del puerto de Tarragona, esas acciones le habían costado poco antes cerca del millón de dólares.

"Mediante la sociedad española Inter Rosario Port Services, Jordi Pujol Ferrusola se hizo con un paquete accionarial de la compañía explotadora del Puerto del Rosario en Argentina llamando la atención que sus acciones le costaron bastante menos, 541.720 dólares que a quien se las compró Luis Badía i Chancho, que habría pagado por ellas 955.875 US", explica el juez.

La defensa no ve irregularidad

Fuentes próximas a las defensas personadas en el caso hablan poco menos que de "caza de brujas y de afirmaciones o catalogaciones gratuitas" y sin fundamento. "Esos testaferros", dicen, "son profesionales, en muchos casos empleados del señor Pujol Ferrusola en tareas comerciales".

Sin embargo, las calificaciones del juez aparecen negro sobre blanco, de puño y letra de De la Mata. Son indubitadas y parecen firmes en cuanto al fundamento.

Por otro lado, no es menos cierto que ni Badía ni Rainford ni el resto han sido citados a declarar ni tan siquiera como testigos. Debe de ser por la extrema lentitud de la justicia, en opinión de fuentes de la Audiencia Nacional consultadas.

Más nueces o más ruido…

O se acepta esa tesis o deberíamos hablar de "más ruido que nueces", y ya van tres años de investigación. La opinión pública, en su mayoría lega en conocimientos jurídicos pero a menudo cargada de sentido común, no entiende la contemporización de la justicia ni la falta de respuesta a unos indicios que se nos dicen y presentan como aparentemente sólidos.

Un abogado defensor en esta causa que se sigue en el Juzgado Central de Instrucción número 5 tiene una opinión matizada sobre el caso. Sostiene que hay exceso de teatralización y, en declaraciones a Crónica Global, mantiene que "quien ríe último, ríe mejor".