Un trabajador recibe un aviso de un ERTE / PIXABAY

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Vida

¿Qué puedo hacer si quiero dejar mi trabajo?

Falta de realización personal, no sentirse valorado o querer emprender son algunos de las razones más habituales que impulsan a algunos trabajadores a redactar su carta de renuncia

20 marzo, 2020 14:27

Son muchos los motivos que pueden provocar la necesidad de dejar un trabajo. A veces, las razones son puramente personales; otras, tienen que ver con el trato recibido por parte de la empresa o por parte de los compañeros. De cualquier modo, ser consciente de que se quiere dejar el trabajo y preparar una carta de renuncia es siempre el primer paso. Pero vayamos poco a poco.

Los motivos por los que alguien quiere hacer este cambio son diversos y lo cierto es que todos ellos son válidos, pues solo cada uno es capaz de valorar qué es lo más importante para él en cada momento de su vida y qué necesita o qué espera de su puesto de trabajo. Vamos a valorarlos todos:

Saber que no se va a crecer más

Una de las principales frustraciones con las que las personas pueden encontrarse en su puesto de trabajo es la de saber que no van a crecer más, que han llegado al tope máximo en su compañía. 

En este caso, es posible que se sienta que todavía se puede dar mucho más, que todavía existe un mayor desarrollo profesional y que el trabajo actual es, pues, una mera zona de confort. En la carrera profesional es importante tener siempre la sensación de ir creciendo y de ir a más, por lo menos, según las auto-exigencias de cada uno.

Falta de realización personal

Este es otro de los grandes problemas con el que habitualmente impulsan el cambio laboral. Bien porque algunas personas se dan cuenta de que lo que hace no les gusta o no les llena, o bien, porque aceptó el puesto de trabajo para una situación temporal que se ha ido alargando en el tiempo.

Lo cierto es que estar dedicándose todos los días a algo que no deseado, ni siquiera mínimamente, termina quemando. Y, sin duda, es un motivo más que justificado para pensar en tomar otro rumbo profesional.

Sentirse infravalorado

También es posible que un trabajador se vea en la situación de que, en su empresa, no le valoran ni el trabajo ni el esfuerzo realizado. Esto, sin duda, se convierte en una situación de lo más frustrante, la cual va mermando la autoestima y la motivación. En este caso, al final, suele afectar en su productividad.

De este modo, un trabajador que no se sienta valorado estará completamente a disgusto en la empresa, no será tan productivo y, sobre todo, no será tan resolutivo como acostumbraba a ser.

Emprender un negocio propio

Y este, aunque parezca menos válido, es otro gran motivo para dejar un trabajo. A veces, hay personas que sienten que no son felices o no pueden desarrollar todo su potencial trabajando por cuenta ajena. Y es que, a veces, hay quienes sienten la necesidad de emprender un negocio propio, bien porque les apasiona, bien porque tienen conocimientos sobre ello, bien porque desean probar un nuevo camino, etc.

Así, el emprendimiento también es una opción, y un motivo recurrente. Para hacerlo hay que tener una gran valentía y una gran capacidad de superar retos constantemente para atreverse a emprender. Sobre todo hay que ser consciente de que se va a tomar una serie de riesgos que en muchas ocasiones no admiten volver atrás.

Redactar una carta de renuncia

Teniendo en cuenta cada una de las opciones anteriores, lo cierto es que no importa el motivo por el que se quiera dejar un trabajo: cada persona tiene los suyos y siempre son igual de válidos. Lo que sí es importante es hacer las cosas adecuadamente para no tener problemas, sobre todo en términos legales.

Por eso, se recomienda, siempre, hablar con la compañía antes de tomar una decisión, pues es posible que alguna de las situaciones anteriores pueda tener solución. Una vez hecho esto, si no se ha llegado a un acuerdo y la decisión sigue en pie, hay que notificar con un tiempo de antelación (normalmente, con 15 días de antelación es suficiente). después hay que presentar lo que se conoce como carta de renuncia. 

Dicha carta debe ser clara y educada. Con todo ello, la relación entre la empresa y el trabajador será lo más cordial posible y eso siempre es positivo: nunca se sabe si en algún momento se va a necesitar contactar de nuevo con ella.

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