Todo el mundo sabe que las grandes comilonas por la noche no ayudan a nuestro organismo a digerir con facilidad. Pero, más allá de esto, hay algunos productos así como hábitos a adquirir que pueden facilitar el proceso de quemar grasas y así dormir bien.
Lo primero de lo que tenemos que desprendernos es de la bollería industrial y los alimentos procesados. Comer de manera sana es fundamental para que la dieta de adelgazamiento funcione. Y, no, no vale solo con ir al gimnasio.
La ingesta más ligera
Para perder peso mientras duermes es imprescindible dormir unas 8 horas diarias y esperar entre dos y tres horas después de cenar para irse a la cama. Los expertos aconsejan que la última ingesta es necesaria, pero también debe ser la más ligera. Otro de los beneficios de cenar temprano es que nuestro cuerpo pasará más horas seguidas en ayuno, lo que resulta positivo para nuestro organismo.
Las dietas hipocalóricas también pueden conllevar efectos negativos, como cambios en el humor. No comer nada (o muy poco) durante todo el día puede provocar que por la noche no resistamos la tentación y vaciemos la nevera.
Salmón o pollo a la plancha
Para no dejar las tan necesarias proteínas de lado, es aconsejable el pollo a la plancha o al horno con algún tipo de verdura, como calabacín, coliflor, lechuga, tomate o espinacas.
Un ejemplo de menú ideal sería salmón a la plancha que, además cuenta con antioxidantes, acompañado de una ensalada verde y de un yogur desnatado. Y si te apetece un postre, eso sí, evitar los productos azucarados.
