Los puntos calientes de la huelga del Metro

La movilidad de Barcelona puede verse mermada durante las fiestas de la Mercè a causa de una huelga de metro.

El comité de empresa del suburbano ha convocado diversos paros los próximos 21, 22, 23 y 24 de septiembre para denunciar los incumplimientos de convenio que, a su juicio, se producen desde hace meses en Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).

Malestar por la L10

Entre estos incumplimientos, según fuentes sindicales, se encuentra el método de contratación de los nuevos trabajadores de la Línea 10 Sud, donde el pasado fin de semana se inauguraron las esperadas estaciones de Foc y Foneria. Los representantes de los trabajadores denuncian que las 25 incorporaciones se han firmado como temporales, en lugar de indefinidas, contraviniendo así lo acordado el año pasado para firmar el convenio hasta 2019.

No es la única causa, ya que el descontento viene de lejos. Otro de los argumentos esgrimidos para convocar la huelga ha sido la inseguridad que sufren los trabajadores del metro. Una sensación que se ha visto acentuada tras algunas agresiones sufridas en las últimas semanas. Y también el déficit de plantilla que denuncian desde hace meses, entre otros.

'Guerra' sindical

A pesar de sus razones, en las que coinciden tanto UGT, CCOO, como el mayoritario CGT, las discrepancias entre los dos primeros sindicatos y éste último han hecho saltar por los aires la unidad sindical. La CGT critica duramente la convocatoria, al entender que se trata de "despropósito", dada la asistencia en la asamblea del pasado jueves, y de una "huelga farol" con fines meramente "mediáticos" y "electorialistas". Este sindicato hizo público su descontento mediante un escrito en sus redes sociales, en el que recuerda que movilizaciones se hacen "para ganarlas".

Así, CGT participará en los paros "como convocante" que es y "por mandato de la asamblea", pero ha declinado formar parte del comité de huelga. Una decisión que no ha gustado nada ni a CCOO ni a UGT. Esta última calificó su postura de "tomadura de pelo", en un escrito a sus afiliados en el que se denuncia que "este comité de empresa es un circo".

Adelanto electoral frustrado

"No entendemos por qué hacen esto, es la primera vez que pasa. Si no les gusta, pues que no sean convocantes tampoco. La unidad de acción está rota", lamenta el ugetista Jordi Gómez.

Ante esta desunión, UGT, con el respaldo de CCOO, estaba dispuesta a desestimar la huelga si se hubiera presentado un calendario para adelantar las elecciones sindicales, que en principio se celebrarán a finales de noviembre. Pero esto no se produjo. Según este sindicato, CGT "no se toma en serio la huelga", y con estas discrepancias el comité "ha tocado fondo".

TMB no ve razones para la huelga

Sea como fuere, este lunes se presentó la convocatoria de los paros ante el Departament de Treball de la Generalitat. Y en los próximos días, este mismo organismo citará a todas las partes para mediar, en busca de un acuerdo para intentar desconvocarlos.

Fuentes de TMB consultadas por Crónica Global consideran que "los motivos" esgrimidos por los representantes de los trabajadores del metro "no justifican una huelga con paradas de servicio". A su entender, los puntos de discordia ya estaban sobre la mesa y debían negociarse. "Cada punto tiene su complejidad, y se debe tratar con detenimiento. En los próximos días ya iremos profundizando", apuntan.

La 'paz' duró poco más de un año

Los paros parciales del metro convocados del viernes 21 al lunes 24 de septiembre serán de dos horas por cada uno de los tres turnos de la jornada. Y se repartirán de la siguiente manera: el viernes 21 el metro pararía de 7 a 9 h de la mañana, de 19 a 21 h y de 20:30 a 22:30 h. Durante ese fin de semana, no habría servicio de 11 a 13 h, de 19 a 21 h y de 20:30 a 22:30 h. Y el lunes, de 10:19 a 12:19, de 17:44 a 19:44 y de 22:50 a 00:50. 

El comité del metro y la dirección de TMB firmaron en julio de 2017 un acuerdo sobre el convenio colectivo de sus 3.500 trabajadores para el periodo 2016-2019. En el mismo se contemplaba, entre otras cuestiones, "la estabilidad laboral y organizativa" en los próximos años y "mejoras económicas y sociales". Entre ellas, la recuperación de 46 puestos de trabajo, que 372 contratos parciales pasaran a jornada completa, y aumentos salariales del 4,5%. Las denuncias de incumplimiento han resucitado el conflicto.