Un juez de Manresa (Barcelona) ha decretado prisión provisional sin fianza e ingreso en un módulo psiquiátrico para un hombre que agredió a cuatro mossos con una katana. El agresor llegó a amputarle los dedos a un sargento y causó diversos cortes en los brazos del resto de agentes.
En su auto, el magistrado del juzgado de instrucción número 4 de Manresa le imputa cuatro delitos de homicidio en tentativa en concurso con otros cuatro de lesiones y uno de atentado contra la autoridad.
Obsesionado con las armas blancas
Dado el "importante arsenal" de katanas, cuchillos y arcos que se encontraron en la vivienda del imputado, el juez ha resuelto su ingreso en prisión para evitar el riesgo de reiteración delictiva.
Asimismo, el juez ha tenido en cuenta el riesgo de fuga derivado de la gravedad de las penas a las que se enfrenta y de su residencia en el extranjero durante buena parte de su vida.
Traslado médico
Los hechos sucedieron el pasado sábado hacia las 19.40 horas en una vivienda de la localidad de Moià, cuando dos patrullas fueron comisionadas para acompañar a efectivos del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) al domicilio del investigado. El objetivo de la comitiva era trasladarlo de forma forzosa a la unidad de Psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu.
Una vez en la vivienda, el imputado, aparentemente tranquilo, accedió a ser llevado hasta el hospital, para lo cual dijo a la policía que se iba a vestir. Sin embargo, una vez en la habitación, se agachó como si quisiera coger la ropa que había junto a su cama y sacó repentinamente una espada de grandes dimensiones muy afilada, con la que trató de agredir a los agentes, que regresaron a la sala.
Amputó varios dedos
El acusado los siguió y los atacó de nuevo hasta que amputó el dedo meñique y parte de otros tres a un sargento, que había levantado la mano para protegerse de la agresión, tras lo cual volvió a empuñar la espada y le fracturó el antebrazo a otro agente.
Acto seguido, los otros dos mossos se dirigieron al investigado con sus porras pero éste respondió blandiendo la katana, con la que también provocó un profundo corte en el brazo a uno de los agentes y otro mas ligero a su compañero, que consiguió sacar el arma reglamentaria y disparar al aire para tratar de disuadir al agresor.
Actitud muy agresiva
Como el investigado no se detuvo, el mosso efectuó otros dos disparos, uno de los cuales rozó la pierna del imputado y el otro su muñeca, lo que hizo que soltara la katana y que la policía pudiera esposarlo y llamar a los servicios médicos.
Según los partes de lesiones, el sargento de los Mossos d'Esquadra sufre amputación de cuatro dedos de la mano derecha y corte del tendón del dedo pulgar, mientras que los agentes presentan cortes en los brazos y uno de ellos fractura del hueso.
En tratamiento psiquiátrico
Por este suceso, el sospechoso tuvo que ser intervenido quirúrgicamente al día siguiente de la agresión e ingresado en el Hospital Sant Joan de Déu, donde ha permanecido detenido hasta el momento.
Pese al ataque, su defensa ha alegado que es una "persona tranquila cuando está sometida a tratamiento psiquiátrico y farmacológico" y que el episodio se produjo debido a una "descompensación motivada por el confinamiento y aislamiento derivado de la pandemia del COVID-19", que lo llevó a interrumpir involuntariamente su tratamiento, causándole "delirios".