Las plazas más bonitas de Cataluña

Las plazas son sinónimo de vida para cualquier tipo de población. Si en el albor de la civilización humana los miembros de la comunidad se reunían alrededor del fuego, en la Antigüedad lo hacían en el ágora. Un concepto que ha ido evolucionando con el paso del tiempo pero que mantiene la esencia de punto de encuentro y de comunicación entre vecinos.

Las plazas sirven, además, para calcular el nivel de actividad de un pueblo, ciudad o municipio, puesto que en ellas se congregan quienes salen a las calles del lugar. Y son, cómo no, un reflejo arquitectónico del legado cultural de la población. Por eso existen plazas de una belleza comparable a otras grandes obras como catedrales, castillos o iglesias.

Cuatro provincias

Cataluña tiene muchas de esas plazas dignas de conocer, admirar, disfrutar y fotografiar repartidas por las provincias catalanas. En Barcelona, Girona y Tarragona se encuentran las plazas más bonitas de Cataluña.

Plaza de Cataluña de Barcelona / WIKIMEDIA COMMONS

Plaza de Cataluña (Barcelona). Qué mejor manera de comenzar el repaso por las plazas más bonitas de la comunidad autónoma que con una plaza que lleva por nombre el de la tierra que ocupa. La Plaza de Cataluña es una de las más grandes de España. Sus 30.000 metros cuadrados dan fe de ello y la convierten en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Barcelona.

Barcelona

Sirve como nexo al Ensanche y al casco antiguo y siempre está llena de gente, ya sea de día o de noche. Turistas y locales se concentran en ella para disfrutar de sus bares, sus tiendas y la compañía, aunque sea de personas desconocidas. La Plaza de Cataluña mide el ritmo, a veces frenético, de la Ciudad Condal.

Plaza de Sant Jaume de Barcelona / WIKIMEDIA COMMONS

Plaza de Sant Jaume (Barcelona). La Plaza de Sant Jaume, también en Barcelona, es el epicentro administrativo de la ciudad. Ella da cabida al Ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat de Cataluña. Dos edificios gubernamentales que ocupan un espacio histórico dentro de la Ciudad Condal desde la antigüedad.

‘Expo’ año 1929

Una de las plazas más bonitas de Cataluña es también el lugar de celebraciones de diferentes eventos culturales, como exposiciones y conciertos de música en directo. De la plaza parten multitud de calles que se expanden por toda la ciudad y son en sí mismas monumentos de interés por su arquitectura y trazado.

Plaza de España de Cataluña en Barcelona / PIXABAY

Plaza de España (Barcelona). El trío de ases de las plazas más importantes de Barcelona lo completa la Plaza de España. Construida con motivo de la celebración de la Exposición Internacional de 1929, esta plaza catalana se encuentra al pie de la montaña de Montjuïc.

Medieval

Sus 34.000 metros cuadrados dan cabida a un centro comercial construido en la que era una plaza de toros de estilo neomudéjar; las torres conocidas como campaniles que dan acceso a la plaza; la gran fuente monumental situada en el centro de la plaza; y la Fuente Mágica de Montjuïc, una fuente con juegos de luz y de agua, ubicada entre la Plaza de España y el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Plaza de la Catedral de Girona / WIKIMEDIA COMMONS

Plaza de la Catedral (Girona). La Plaza de la Catedral de Girona no podía faltar en el repaso a las plazas más bonitas de Cataluña. A pesar de su forma rectangular, sus pocos metros cuadrados de extensión y la carencia de elementos escultóricos o naturales que la decoren, esta plaza gerundense evoca a un pasado medieval.

Tarragona

Plaza del Mercadal (Reus, Tarragona). En el municipio tarraconense de Reus se encuentra la Plaza del Mercadal, una de las plazas más bonitas de Cataluña. Allí ocupan su espacio el Ayuntamiento y antiguas casas principales e históricas como la Casa Navàs y la Casa Pinyol.

Su trazado es, al igual de la Plaza de la Catedral de Girona, rectangular y datan del siglo XV. Rodeada de pórticos y porches, la plaza era en su origen el centro de actividad económica y comercial. Desde hace unos años está prohibido el tránsito de vehículos por ella, siendo zona peatonal.