Una madre ocupándose de su hijo, un trabajo no remunerado inexistente para el PIB  / EFE

Una madre ocupándose de su hijo, un trabajo no remunerado inexistente para el PIB / EFE

Vida

El PIB catalán se incrementaría un 23,4% si incluyera el trabajo doméstico

Las mujeres ganarían un 25% más si el reparto de las tareas del hogar fuera más igualitario y pudieran dedicarse más a su carrera

15 febrero, 2017 14:34

Si las tareas domésticas fueran un trabajo remunerado, el PIB catalán se incrementaría un mínimo del 23,4%. Esta es una de las conclusiones que arroja el estudio Cuantificación económica del trabajo doméstico y del cuidado de personas no remunerado en Cataluña, presentado este miércoles por el Observatorio de Mujer, Empresa y Economía (ODEE) de la Cámara de Comercio de Barcelona y el Instituto Catalán de las Mujeres (ICD).

El informe, que pretende calibrar el valor económico de las tareas domésticas y subrayar su desigual reparto entre hombres y mujeres, desvela que si estas labores contasen con una retribución económica el PIB de Cataluña aumentaría en 50.321 millones de euros anuales.

El doble que los hombres

Asimismo, el documento señala que, dado que las mujeres contribuyen el doble que los hombres a los trabajos del hogar –ellas le dedican 3 horas y 54 minutos al día mientras que ellos dos horas y dos minutos–, dos terceras partes del PIB aludido lo aportaría la población femenina.

El cálculo se ha obtenido a partir de la cuantificación del tiempo consagrado a dichas tareas por personas en edad de trabajar (mayores de 16 años) y de la asignación de un salario simulado con baremos actualizados de 2015 (7 euros brutos por hora). En este sentido, la directora de análisis económico de la cámara de comercio barcelonesa, Carme Poveda, ha calificado la investigación, que se inserta en el marco de la ley de igualdad desplegada por la Generalitat, de "realista" y "prudente".

El techo de cristal de la maternidad

Por otro lado, el dossier revela que si el reparto de las tareas domésticas fuera más equitativo –es decir, que hombres y mujeres les dedicasen exactamente el mismo tiempo– ellas podrían destinar más horas a trabajos remunerados, con lo que sus ingresos actuales se elevarían en un 25%. Dicho de otro modo, la partición desigual de las labores domésticas le cuesta a cada mujer catalana 2.759 euros al año.

Para arrojar luz sobre estos datos, la presidenta del ICD, Teresa María Pitarch, ha hecho hincapié en el "techo de cristal que representa para la mujer en el mundo laboral la llegada de la maternidad".

Por este motivo, Pitarch apuesta por "impulsar medidas laborales que introduzcan mayor flexibilidad horaria", así como una educación que, ya desde la infancia, "elimine los estereotipos de género y propicie un cambio de paradigma". En la misma línea se ha pronunciado la directora del ODEE, Anna Mercadé, que ha criticado una "cultura empresarial obsoleta" que penaliza la maternidad. Prueba de ello es que "si una mujer pide una excedencia para dedicarse a su hijo sale perjudicada, cosa que no ocurre si lo hace para dedicarse a la política".