Estos son los pantalones más caros del mundo

El mundo de la moda no está regido por el resto de ‘normas’ que rigen el resto de mundo del consumo. El coste de producción de una prenda de vestir es, generalmente, muy inferior a la suma por la que se vende en tienda (y eso sin contar las grandes marcas de grandes diseñadores).

Sin embargo, si existen este tipo de precios es porque hay personas dispuestos a pagarlos. Y puestos a pagar ¿cuánto es lo máximo que alguien estaría dispuesto a pagar por una prenda de ropa? ¿O por un pantalón? La respuesta, en este artículo.

'Jeans' para millonarios

Los jeans o pantalones vaqueros de toda la vida son una de las prendas de moda que más se venden en todo el mundo. Son cómodos, resistentes y aislan bastante bien de la temperatura exterior. Eso sí, existen marcas que le aportan un valor añadido de diseño fabricándolos a mano y consiguen venderlos por precios desorbitados.

Comenzando por la marca italiana Gucci, que vende su colección Genius Jeans desde 4.000 dólares la unidad. En la misma línea, la marca japonesa Momorato Jean apuesta por fabricación a mano y un ‘desgaste exclusivo’ que les hace poder venderlos por 2.000 dólares cada uno.

Chándal de andar por casa

The Row es otra de esas marcas de moda capaces de crear prendas de vestir de la mejor calidad para venderlas a un precio de oro. Sus pantalones de chandal para hombre alcanzan los 2.500 euros, mientras que una camiseta blanca básica que usar de pijama alcanza los 275 euros.

Mención especial para sus monos femeninos que se venden por 3.001 euros. Precios que harían perder el sueño a más de uno, pero que parece que a otros se lo favorece. Por ejemplo, la firma que vistió a Harry Potter vende sus pijamas por 220 dólares la unidad y tiene a famosos como Selena Gómez entre sus fans.

Pantalones de récord

Aunque el récord en cuanto a pantalones es para Key Closet. La firma vende sus vaqueros denim por 10.000 dólares. Eso sí, están hechos a mano y con incrustaciones de oro blanco y diamantes en los bolsillos traseros. Las clásicas lentejuelas, vaya.