Òmnium Cultural ha llamado a desobedecer la decisión de Tribunal Supremo en la que ha reafirmado la obligación de que un 25% de la enseñanza en Cataluña sea en Castellano, un hecho que ya estableció el TSJC. Sin embargo, el Govern hizo caso omiso, vulnerando de esta forma los derechos de los padres y de los propios alumnos.
La entidad independentista ha considerado que la decisión del alto tribunal es una “nueva intromisión injustificable”, un ataque “intolerable que rompe el consenso alrededor de un modelo de éxito como es el de la escuela en catalán”.
Modelo lingüístico ilegal
Jordi Cuixart, presidente de Òmnium, ha pedido a las instituciones catalanas que hagan “todo lo que tengan a su alcance para blindar el modelo de escuela catalana y proteger a la comunidad educativa”. En este sentido y, a pesar de la claridad en la decisión del Supremo, ha llamado a “desobedecer las leyes injustas y a construir una respuesta de país transversal y sin fisuras”.
El líder del procés excarcelado ha defendido que el modelo de escuela catalana “está consolidado internacionalmente” y que contribuye a la “cohesión social, la inclusión o la igualdad de oportunidades”. Sin embargo, y a la luz de las sucesivas sentencias que han obligado a la Generalitat a garantizar un mínimo del 25% de las horas de clase en castellano, queda claro definitivamente que el modelo de inmersión no se ajusta al ordenamiento jurídico español.