Ejemplo de calles peatonales / PIXABAY

Ejemplo de calles peatonales / PIXABAY

Vida

Sant Martí de Barcelona estrena calles peatonales

Son tres calles del barrio del Besós y el Maresme en el distrito barcelonés

13 junio, 2019 13:46

Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona las obras públicas que comenzaron el pasado verano en el distrito de Sant Martí, concretamente en tres calles del barrio del Besós y el Maresme, para reformarlas y convertirlas en zona peatonal, han llegado a su fin. El pasaje de Auger y las calles de Jubany y de Foret se han transformado en zonas peatonales con circulación restringida a los vehículos de motor. Según ha informado el propio consistorio, esto no significa que los vehículos no puedan acceder a esas vías y ha asegurado que “en el caso de vehículos de seguridad, emergencias o puntualmente para los vecinos, se puede acceder a través de un paso central”.

Las obras en el distrito de Sant Martí, que han contado con un presupuesto de 1,8 millones de euros, han sido de carácter integral por lo que, además de sumar tres nuevas calles peatonales a la ciudad de Barcelona, han acabado con las barreras arquitectónicas y han reparado el pavimento deteriorado. “La reurbanización implica la mejora de la conectividad y de la accesibilidad a los tres callejones, ya que ahora se encuentran mejor conectados con la rambla Prim y en los puntos de encuentro de las calles con la misma se han instalado rampas adaptadas, escaleras y se ha ampliado la acera de la rambla Prim”, explican desde el ejecutivo municipal.

Renovación del alumbrado y el alcantarillado

La instalación de una plataforma única en el pavimento de las calles del Besós y el Maresme ha permitido la eliminación de las aceras, donde se han colocado jardineras y se ha plantado vegetación para la “mejora sustancial del paisaje urbano y también la calidad ambiental del entorno”. El proyecto de reforma ha incluido la sustitución del antiguo sistema de alumbrado por uno más moderno de tecnología led, considerado más eficiente y sostenible. Las líneas aéreas han quedado soterradas y el alcantarillado también ha sido renovado.

La transformación de estas calles en zonas estrictamente peatonales también ha conllevado la desaparición de las 31 plazas de aparcamiento en cordón que estaban disponibles antes de la reforma urbanística.