Imagen aérea de Queenstown, en Nueva Zelanda, el destino que eligen muchos jóvenes viajeros como vía de escape / CG

Imagen aérea de Queenstown, en Nueva Zelanda, el destino que eligen muchos jóvenes viajeros como vía de escape / CG

Vida

Nueva Zelanda, la vía de escape para jóvenes viajeros

El país emite cada año 200 visados para españoles para trabajar durante una temporada, que este 2018 estarán disponibles desde el 19 de abril

16 abril, 2018 00:00

Tener entre 18 y 30 años, rellenar los formularios en menos de cinco minutos y 2.500 euros en la cuenta. Éstos son los requisitos básicos para optar a uno de los 200 visados de trabajo temporal que todos los años ofrece el Gobierno de Nueva Zelanda a ciudadanos españoles. Se trata de los permisos Working Holiday (vacaciones de trabajo en castellano), que los solicitantes solo pueden obtener una vez en la vida.

Lo hacen otros países, como Australia y Canadá. El número de visados que se emiten para cada país depende de un convenio entre el de origen y Nueva Zelanda; en el caso de Francia, Alemania e Inglaterra las plazas son ilimitadas, mientras que en España, hace más de 10 años que solo 200 afortunados pueden optar a ellos cada año.

El plazo para solicitarlo este año empieza la medianoche del 18 al 19 de abril. La fecha en el que termina no importa, ya que los visados disponibles suelen agotarse en menos de cinco minutos. Tiene más posibilidades de obtenerlo el más rápido, aunque debe cumplir con los requisitos.

Una chica en bicicleta entre paisajes de Nueva Zelanda

Una chica en bicicleta entre paisajes de Nueva Zelanda

Una chica en bicicleta entre paisajes de Nueva Zelanda

Jóvenes viajeros

El perfil más habitual es el de un recién graduado, pero lo que une a todos los solicitantes son las ganas de introducir un cambio en sus vidas. “Hace un año me encontraba trabajando en Barcelona y sentía que quería un cambio y volver a ver mundo; me surgió la oportunidad de ir a Nueva Zelanda y no me lo pensé dos veces”, explica Iñigo Lamana.

Añade otro factor: aprender inglés. “En Nueva Zelanda, si ya tienes una base de inglés, con solo trabajar y escuchar el acento kiwi cada día, aprendes sí o sí; te aseguro que al principio es complicado…”, indica. Pero no todos los que lo desean pueden obtener un visado. Sin embargo, los que se quedan fuera tienen un plan B: pedir un visado de estudiante, que permite formarse a la vez que trabajar a media jornada. 

¿Cómo encontrar trabajo?

La mayoría de los solicitantes empiezan a buscar trabajo una vez llegan a Nueva Zelanda. Allí, no es complicado: “Es mucho mejor llamar a la puerta, que vean tu nivel de inglés y tus ganas, que es fundamental; aunque no tengas experiencia en el sector, si demuestras que estás motivado, el trabajo es tuyo”, explica Lamana.

El empleo más habituales para los españoles que emprenden la aventura es trabajar en una granja de recolección de kiwis. Si se opta para instalarse en Auckland, Wellington o alguna otra ciudad, los puestos en hostelería, tiendas de ropa y en la construcción son a los que más aspiran. Se trata, por lo general, de trabajos no cualificados.

Una granja de recolección de kiwis en Nueva Zelanda, en una imagen de archivo / CG

Una granja de recolección de kiwis en Nueva Zelanda, en una imagen de archivo / CG

Una granja de recolección de kiwis en Nueva Zelanda, en una imagen de archivo / CG

El caso de Iñigo Lamana fue distinto. Él lo solicitó el año pasado y en agosto viajó hacia Nueva Zelanda. Allí, pudo entrar en la misma compañía en la que trabajaba cuando vivía en Barcelona, GrowPro Experience. Ahora, se ocupa de dar la bienvenida y asesorar a los españoles que van al país tanto con el visado de estudiante como el de Working Holiday.

Mejores sueldos

Pese a tratarse de trabajos no cualificados en su mayoría, están mucho mejor pagados que en España. De hecho, el sueldo mínimo en Nueva Zelanda es de casi 1.600 euros mensuales. El coste de vida también es más alto, aunque comparado con grandes ciudades como Barcelona, no dista tanto.

“Un café puede costar cuatro dólares neozelandeses [unos 2,3 euros al cambio] y una cerveza, seis [unos 3,5 euros]. El alojamiento se paga por semanas, y alquilar una habitación está en torno a los 200 dólares semanales [unos 120 euros]”, indica Lamana. “Lo más caro es el alcohol y el tabaco, así que si tienes previsto venir, mejor llevar una vida sana”, añade.

De hecho, uno de los requisitos para optar al visado es acreditar que el solicitante tiene 4.200 dólares para afrontar el coste de vida allí. Esto equivale a poco más de 2.500 euros. El único pero que ponen es volver, ya que la experiencia no puede repetirse.