Marin Eugen Sabau, el pistolero de Tarragona, que ha muerto este martes tras recibir la eutanasia / CG

Marin Eugen Sabau, el pistolero de Tarragona, que ha muerto este martes tras recibir la eutanasia / CG

Vida

Muere el pistolero de Tarragona tras recibir la eutanasia

Marin Eugen Sabau sufrió una lesión medular irreversible que lo dejó postrado en una cama por un disparo de los Mossos d'Esquadra

23 agosto, 2022 14:36

Marin Eugen Sabau, que disparó contra tres excompañeros de trabajo y un agente de los Mossos d'Esquadra en diciembre de 2021, ha muerto este martes tras recibir la eutanasia en el Hospital Penitenciario de Tarragona. El pistolero de Tarragona se encontraba postrado en una cama a causa de una lesión medular irreversible producida por un disparo de la policía autonómica durante su detención. 

La lesión que lo dejó tetrapléjico le provocaba, además, "dolores persistentes" que no podían ser paliados con sedantes, lo que le generaba un "sufrimiento físico y psíquico constante", según recogió el auto del tribunal que autorizó que se le practicara la muerte asistida. Por todo eso, Eugen Sabau solicitó la eutanasia a finales de junio. Después de que la Comisión de Evaluación y Garantías autorizase el procedimiento y la Justicia lo avalase --desestimando los recursos de las víctimas, que pedían que fuera juzgado— este martes finalmente ha recibido la muerte asistida en una intervención que ha durado cerca de seis horas, dado que el investigado decidió donar sus órganos. 

Disparo a sus excompañeros

Marin Eugen Sabau, el exvigilante de seguridad de 46 años, abrió fuego con un fusil semiautomático contra sus excompañeros tras ser despedido de Securitas, en Tarragona. En total, el pistolero disparó contra tres de los empleados de la empresa e hirió a dos agentes de los Mossos d’Esquadra antes de ser abatido en una masía abandonada de Riudoms.

En declaraciones a Rac 1, Gerard Amigó, el abogado del fallecido cargó duramente contra los Mossos d'Esquadra. Aseguró que la actuación “fue desproporcionada”, dado que la voluntad del pistolero era entregarse. Sobre la posibilidad de que Marin Eugen Sabau se sometiera a la muerte asistida tras la celebración de un juicio, como pedían las víctimas, Amigó explicó que el investigado ni siquiera podría haber asistido a la vista oral. En el estado en el que se encontraba, aseguró el letrado, “y en un juicio que se preveía largo”, no podría haber estado presente por su delicada condición médica.