El palacio de Lecnice, una de las joyas del área de Lednice Valtice protegida por la Unesco / YOLANDA CARDO - CG

El palacio de Lecnice, una de las joyas del área de Lednice Valtice protegida por la Unesco / YOLANDA CARDO - CG

Vida

Moravia del Sur: jardines de ensueño y palacios de cuento

Mundialmente famosa por su producción de vino, esta región resulta el enclave perfecto para una escapada diferente e inolvidable a la República Checa

13 noviembre, 2022 00:00

Situada al sudeste del país, la histórica región de Moravia esconde numerosas sorpresas. Nos embarcamos en un viaje apasionante que comienza en Brno; continúa en la hermosa ciudad de Mikulov y finaliza en el conocido como Jardín de Europa: la espectacular área de Lednice y Valtice con sus espléndidos jardines y soberbios palacios.  

La ecléctiva Brno

Poco más de 200 kilómetros separan Praga de la capital morava. Brno te cautiva al instante por su arquitectura, sus secretos subterráneos y su animado ambiente. Un buen punto de partida para recorrer esta vibrante ciudad universitaria es la céntrica plaza del Mercado de la Col. Allí cada día, excepto los domingos, se celebra un mercado al aire libre de flores, frutas, verduras, quesos, vino o miel. Preside la plaza la fuente barroca de Parnas obra del arquitecto austriaco Johann Bernhard Fischer von Erlach, el mismo autor del palacio imperial de Schönbrunn en Viena. No es el único tesoro que la engalana. El palacio de Dietrichstein; el acogedor hotel Grandezza y la Reduta, uno de los teatros más antiguos de Europa, donde Mozart dio un concierto con tan solo 11 años, flanquean este hermoso espacio.

Fuente barroca de Parnas en Brno, capital de Moravia del Sur / YOLANDA CARDO - CG

Fuente barroca de Parnas en Brno, capital de Moravia del Sur / YOLANDA CARDO - CG

Un desfase horario, un dragón y miles de huesos

Todo aquel que visite Brno debe saber que allí las doce son las once. La explicación a esta curiosidad la encontramos en la catedral de San Pedro y San Pablo cuyas campanas anuncian el mediodía a las once de la mañana. Según cuenta la leyenda, durante la invasión sueca de la guerra de los Treinta Años el general al mando decidió que si no lograba conquistar el sitio antes de que las campanas dieran las 12 se retiraría. Un espía infiltrado en el ejército enemigo alertó a las tropas moravas que decidieron hacerlas sonar una hora antes librándose así de sus enemigos. Desde entonces, este singular “desfase horario” es toda una tradición que se cumple puntualmente a diario.

Otra parada con sorpresa nos lleva hasta el viejo ayuntamiento. En este edificio, la obra civil más antigua de la ciudad, se encuentra el famoso dragón de Brno. El fiero animal es en realidad un enorme cocodrilo disecado que cuelga de un pasillo abovedado que da acceso al histórico recinto, desde cuya torre, tomen nota, se contemplan unas magníficas vistas de la capital morava. El castillo de Spielberg, una magnífica fortaleza barroca transformada en prisión por los Habsburgo, y la icónica villa Tugendhat, una joya del funcionalismo diseñada por Mies van der Rohe incluida en la lista de la Unesco, resultan igualmente visitas imprescindibles. También recomendable es descender al subsuelo de la metrópoli para descubrir lugares tan misteriosos como el laberinto de sótanos barrocos ocultos bajo la plaza del Mercado de la Col; el refugio atómico 10-Z excavado en una roca bajo el castillo de Spielberg y el sobrecogedor Osario de San Jacobo, el segundo más grande de Europa, donde reposan más de 50.000 restos mortales.

Fachada del viejo ayuntamiento de Brno y del famoso dragón de la ciudad / YOLANDA CARDO - CG

Fachada del viejo ayuntamiento de Brno y del famoso dragón de la ciudad / YOLANDA CARDO - CG

Más de 50.000 restos reposan en el osario de San Jacobo de Brno / YOLANDA CARDO - CG

Más de 50.000 restos reposan en el osario de San Jacobo de Brno / YOLANDA CARDO - CG

Mikulov, un escenario de cuento

Engarzada sobre un idílico paisaje de viñedos se encuentra Mikulov, una bellísima ciudad fronteriza con Austria, cuyo origen se remontan al siglo XII. Durante siglos albergó una notable comunidad judía llegando a tener 12 sinagogas, escuelas y talleres artesanales. Lamentablemente de aquella época apenas se conserva una sinagoga del siglo XVI y el cementerio judío con más de 4.400 lápidas.

Castillo de Mikulov / YOLANDA CARDO - CG

Castillo de Mikulov / YOLANDA CARDO - CG

Dos poderosas familias gobernaron esta ciudad a lo largo de su historia, primero los Liechtenstein hasta 1560 y luego los Dietrichstein hasta 1945. A estos últimos le debe su pintoresco aspecto de coloridas fachadas ricamente decoradas que rodean la plaza principal. El colofón de este ensoñador escenario lo pone el espectacular castillo de estilo barroco, reconstruido tras ser quemado por las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial, en cuyas dependencias se conserva un enorme barril de vino, el segundo más grande de toda Europa fabricado en 1634, con capacidad para almacenar 100.000 litros.

La enorme barrica de vino, con capacidad para cien mil litros, que se conserva en las bodegas del castillo de Mikulov / YOLANDA CARDO - CG

La enorme barrica de vino, con capacidad para cien mil litros, que se conserva en las bodegas del castillo de Mikulov / YOLANDA CARDO - CG

Un inmenso jardín patrimonio de la humanidad

La última parada de este increíble viaje nos lleva hasta el paisaje más extenso del mundo creado por el hombre: el área de Lednice y Valtice. Más de 200 kilómetros cuadrados de superficie modelados, entre los siglos XVII y XX, por la todopoderosa estirpe de los Liechtenstein, fieles consejeros de los Habsburgo. Este excepcional paraje de jardines, estanques y románticas construcciones dibujado alrededor de dos formidables palacios fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996.

Una escalinata y unos magníficos jardines preceden al monumental palacio barroco de Valtice, antigua residencia de los Liechtenstein. Allí vivieron de manera habitual hasta la caída del Imperio austrohúngaro al finalizar la Primera Guerra Mundial. Además de los fastuosos salones, en los sótanos del castillo se encuentra la sede del Salón Nacional del Vino de la República Checa, un espacio donde conocer, degustar y adquirir los mejores vinos del país.

Detalle de la escalera de caracol de la biblioteca y del invernadero del palacio de Lednice / YOLANDA CARDO - CG

Detalle de la escalera de caracol de la biblioteca y del invernadero del palacio de Lednice / YOLANDA CARDO - CG

Apenas siete kilómetros nos separan de otro majestuoso complejo: el espectacular castillo del Lednice con sus espléndidos jardines. De estilo renacentista en origen, su aspecto neogótico que luce en la actualidad se debe a una restauración llevada a cabo en 1846. Lujosos salones y estancias privadas estructuran el suntuoso interior en el que destaca la maravillosa biblioteca con su bellísima escalera de caracol tallada en madera. En el exterior un precioso invernadero con todo tipo de plantas exóticas y los idílicos jardines, salpicados de detalles arquitectónicos como el minarete árabe de 62 metros de altura y el romántico castillo de Juan, adornan este paraíso terrenal. Un deslumbrante paisaje de cuento donde soñar con los ojos bien abiertos.

Palacio de Valcite, sede del Salón Nacional del Vino de República Checa / YOLANDA CARDO - CG

Palacio de Valcite, sede del Salón Nacional del Vino de República Checa / YOLANDA CARDO - CG