Vida

Moncloa ofrece a Mas la vía Urkullu para romper el hielo

22 abril, 2014 09:57

La distancia entre el independentismo y la "sociedad civil" es la misma que hay entre un anuncio de media página en La Vanguardia y la apertura de un canal autonómico de televisión dedicado a difundir non stop la buena nueva del derecho a decidir y la República Catalana. Es decir, mientras el proceso secesionista dispone de amplia cobertura, facilidades, subvenciones y afronta el 23 de abril con la inauguración del canal de televisión de El Punt Avui, la nueva entidad que agrupa a profesionales que están en contra del discurso único, "Societat Civil Catalana", sólo rasca un faldón inferior, y de pago, en la página 31 de un periódico para anunciar que se presenta mañana en el Teatro Victoria de la Ciudad Condal. La desproporción es tan manifiesta que sorprende el resultado de las últimas encuestas, las que predicen el retroceso de la opción independentista.

La prensa catalana sigue las evoluciones del proceso como si el "conflicto" hubiera entrado en una fase estacionaria, de guerra de trincheras. La superposición con el discurso del PNV desplaza a Mas hacia el radicalismo. En el diario de Godó se dispone de buena información gubernamental, de Madrid y de aquí. Carmen del Riego, desde allí, firma la última hora de las estrategias monclovitas. "El Gobierno quiere ligar la vía vasca a la catalana para diluir el soberanismo" es el título de la información en cuyas entrañas se puede leer el pase de pecho de los tácticos de Rajoy. "El planteamiento de Urkullu (escribe Del Riego) de un modelo confederal como 'alternativa vasca' a la vía catalana y la propuesta federalista del PSOE juega a favor de los intereses del Gobierno, aseguran desde la Moncloa, e incluso consideran que permitiría reconducir la situación. Destacan además que el lehendakari marcara su propia vía, ajena a la estrategia liderada por Artur Mas en Cataluña, con 'el diálogo, la negociación, el acuerdo y la ratificación' para avanzar hacia un modelo confederal de soberanía compartida y bilateralidad, basada en el respeto a los derechos históricos. Según el Gobierno, una propuesta ajena a la 'imposición' que Rajoy atribuye a las demandas catalanas".

Es la tesis editorial de El País, que bajo el titular "Caminos distintos" señala las diferencias entre el moderantismo vasquista y el maximalismo catalanista, lo que es tal que el mundo al revés. Apunta el diario de Prisa:

"No es lo mismo el proceso de negociación con el Gobierno de España, promovido por el PNV, que la autodeterminación reclamada desde la izquierda abertzale. Como tampoco es igual el método del diálogo-negociación-acuerdo-ratificación, propuesto por el lehendakari, respecto del preconizado por Artur Mas, que ha iniciado la casa por el tejado al anteponer el referéndum a cualquier otro paso. Empezar por el final polariza a la población e impide el acuerdo entre diferentes, reduciendo el diálogo a un consenso entre soberanistas. Hasta el punto de que la izquierda abertzale establece un lazo con el soberanismo catalán en el que no es nada probable que se encuentre cómodo el presidente de la Generalitat. Urkullu ni siquiera insistió en su discurso en el término del derecho a decidir".

El variable curso de los acontecimientos en Barcelona sitúa a la "Assemblea Nacional Catalana" en el ojo del huracán. Toni Bolaño se ha especializado en los entresijos de Carme Forcadell y el "civismo" catalanista y aporta novedades constantes respecto al movimiento, interesantes perfiles de los personajes centrales de la trama separata. En La Razón titula así: "La mano derecha de Forcadell, en el centro de la corrupción de la ANC". Alude Bolaño a Pere Pugès, el militante que controla la caja en la ANC. El currículo del activista asambleario está entre lo fantástico y lo convulso. También se explica aquí, en CRÓNICA GLOBAL, a cargo del mismo autor, imprescindible para trazar los primeros planos del proceso.

En el Abc, el sustrato histórico del conflicto (naval) es la nota de apertura de la sección "España". Esteban Villarejo informa sobre la última manipulación histórica de la Generalidad, el retoque de unos grabados en una exposición sobre el 1714, que hacía días que no se hablaba. "La Generalidad catalana falsea un cuadro para presentar a España como opresora" es el titular. Y escribe Villajero: "La Generalidad de Cataluña ha vuelto a recurrir a un ejercicio de tergiversación histórica para mostrar, en una exposición en el centro cultural Blanquerna de Madrid, su visión sui generis de 1714, fecha totémica del independentismo catalán. Para ello recurre a la reproducción de un grabado, cuyo original es en blanco y negro, en la que fue manipulada la bandera de un navío de guerra que supuestamente «ataca» el puerto de Barcelona. De este modo, las tres franjas horizontales «roja, amarilla y roja» de la actual bandera de España ondean coloreadas en la popa y los tres mástiles de un buque amenazante a cañonazo limpio. No así en el resto de la flota, cuyas banderas permanecen en blanco y negro". Como lo cuenta. También lo contaba la web "Dolça Catalunya", que remite a la página de la Generalidad, donde se halla el origen y la prueba de cargo del "fotochop" en la exposición de la Generalidad en Madrid. Es muy recomendable el seguimiento de este asunto porque puede revelar hasta qué punto llega el patetismo historiográfico vernáculo.

En el Abc las explicaciones sobre el origen de la bandera española y sus usos reglamentarios conforman una doble página de entretenida y cultivada lectura para los amantes de la vexilología.

Ignasi Vidal-Folch, en El País, escribe sobre el proceso, la política, los ciudadanos y la vida. Es un artículo en forma de carta al juez Grande Marlaska, que juzga a los fumadores que acosaron a los diputados autonómicos y a Mas hace tres años. El texto es una aproximación integral al fenómeno político catalán, una pieza de colección y de reelectura obligatoria. El artículo se titula "Indulgencia para los procesados por el Parlamento [autonómico]". Escribe Ignasi Vidal-Folch:

"Los delitos o faltas cometidos —increpar a los parlamentarios, impedirles el acceso al Parlamento [autonómico]— no son tan graves. ¡No le rompieron la cabeza a ningún policía! ¡No mataron, ni hirieron, ni atracaron, ni magullaron a nadie! Es cierto que un sujeto intentó abrir la puerta del coche oficial del presidente [autonómico] Artur Mas, pero, como él mismo nos ha recordado en su declaración, 'el cierre de las cuatro puertas estaba centralizado', lo que bastó para disuadir tan violenta agresión. Es cierto que alguien le sustrajo un manojo de llaves a Alfons López Tena —famoso por su lema 'España nos roba'—. Y es cierto, en fin, que un tipo tiznó con spray la chaqueta de la señora Montserrat Tura, causándole un perjuicio que el fiscal cifra en 240 euros. También está probado que un congresista se asustó tanto que sufrió un vahído y hubo que administrarle sales… ¡Menudo Vietnam!".

Vietnam o Sebastopol, el peligro, según el autor, se ha disipado por la vía del insurrecionismo institucionalizado, una suerte de ¡Viva Zapata con corbata! En sus propias palabras: "Los acusados ya no constituyen ningún peligro. No es probable que reincidan, pues —a diferencia de lo que sucede en otras partes de España— en Cataluña el movimiento rebelde, o 'antisistema', o '15-M', o 'de los descontentos' o de los 'indignados', ha sido completamente desactivado y succionado por el Movimiento Nacional secesionista, que no es beligerante con las autoridades e instituciones locales sino que actúa en íntima complicidad con ellas, en prieta y fértil simbiosis. De manera que una pena severa para prevenir nuevos desafueros es innecesaria".

Para acabar, recomienda lo que titula, indulgencia, no fuera "que de aquel país posible, aquella España reconciliada y dulce que no acertamos a realizar pero por lo menos la soñamos, no quedará ni la sombra del sueño. Se cumplirá la profecía de Víctor Mira, en España no habrá quien duerma".

Con la lectura del día satisfecha, el repaso de los periódicos aporta notas dispersas del proceso, como que la ANC de Forcadell, aparte de opaca, se muestra vigilante y advierte a Mas que no tolerará que agote la legislatura, como si esa fuera la intención del presidente de la Generalidad para salir del jardín. En El Mundo, la corrupción acapara el titular principal: "La Udef vincula las donaciones al PP con campañas electorales". Es un texto de María Peral en el que se describe lo que se suponía, pero en versión informe oficial: "El informe de la Udef, fechado el pasado día 11, no sólo examina los contratos públicos obtenidos por esas 15 empresas de administraciones regidas por el Partido Popular, sino también la 'relación temporal' de las supuestas donaciones con los procesos electorales celebrados entre 2002 y 2009. De acuerdo con el análisis policial, prácticamente la mitad de las 74 entregas de dinero B que se habrían realizado tuvieron lugar en torno a la convocatoria de comicios europeos, generales, autonómicos y locales". Pero un par de párrafos después se aclara que lo obvio a veces no es suficiente: "La Udef llega a una conclusión negativa. 'La vinculación directa entre las donaciones recibidas y anotadas en la contabilidad de Luis Bárcenas con origen en aportaciones de personas relacionadas con empresas adjudicatarias de contratos públicos, con procesos de adjudicación concreta donde éstos tuvieran intereses directos, no es posible establecerla con la información de la que se dispone en estos momentos', señaló la Policía".

22 de abril, San Sotero y Santa Senorina.