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Una persona en su domicilio durante la crisis del coronavirus / EFE

Médicos y asistentes a domicilio, sin protección adecuada frente el coronavirus

Los profesionales alertan de la vulnerabilidad de las personas dependientes ante las visitas de profesionales sin los EPIs necesarios

7 min

“Si en los hospitales faltan equipos de protección individual (EPI), imagínate como estarán los médicos que acuden a hacer visitas domiciliarias”. Así se expresa Paco Pareja, doctor y miembro de la sección sindical de Sanidad Laboral de CC.OO. Cataluña. “El sistema está saturado”, lamenta.

El brote de coronavirus SARS-CoV-2 que azota Cataluña --y buena parte del mundo-- se ha cobrado más de 2.000 víctimas mortales en esta comunidad, y ya son más de 22.000 las personas contagiadas, de estás más de 3.468 son profesionales sanitarios, un 12% del total.

Mascarillas

Además del personal que trabaja en hospitales y centros de salud hay médicos, tanto de la pública como de la privada, que siguen haciendo atención domiciliaria. Desde el Institut Català de la Salut (ICS) se atiende a los infectados leves que se encuentran en su casa y atienden otros casos. En el sector de las mutuas, los profesionales ayudan a descongestionar un sistema sanitario colapsado. Ninguno de ellos cuenta con los EPIs necesarios.

“Vamos con una mascarilla quirúrgica y guantes de látex”, revela Ricardo, un profesional que prefiere quedar en el anonimato. Asegura que algunos compañeros tienen que llevar su propia bata de casa. Se trata de una bata de médico, ninguna de usar y tirar. Ninguno de estos utensilios le mantiene alejado de un posible contagio.

Dos sanitarios con mascarilla saliendo del Hospital de Igualada, epicentro del coronavirus en Cataluña / EFE
Dos sanitarios con mascarilla saliendo del Hospital de Igualada, epicentro del coronavirus en Cataluña / EFE

Engaños

Ricardo cuenta que hace un mes ya estaban en una situación similar, cuando les anunciaban que iban a visitar a un paciente que presentaba síntomas del coronavirus SARS-CoV-2. Era febrero y la alarma no había saltado todavía. Ahora, hay quien llama a la mutua y no al 061 --que está colapsado de llamadas-- para que los atiendan.

En principio los profesionales de las mutuas no deberían hacerse cargo de ellos, pero sucede a diario. Además, cuenta que ya ha atendido a varias personas que han pedido a su aseguradora que enviaran un médico a domicilio porque tenían cefaleas o dolor de estómago o gastritis y al llegar, los pacientes tenían síntomas propios del Covid-19. Y, recuerda, no disponen de los tests para confirmar un positivo o no.

Contagio a pacientes

Los profesionales de la privada tratan de no culpar a los pacientes. Son conscientes de que lo hacen porque la salud pública está saturada y cuando no están seguros, prefieren llamar a su mutua. Lo que parecen no ver es que el riesgo no es sólo para el médico. Pareja explica que, al no disponer del material de protección necesario, también se pone en riesgo al resto de pacientes que el profesional deba atender después.

Lo mismo sucede con los médicos del ICS que deben desplazarse hasta los domicilios, en ocasiones a atender pacientes leves que están en hospitalización domiciliaria, no tienen EPIs. “Y si en el ICS van justos imagina como van los privados”, advierte el sindicalista. Eso, sin contar que muchas aseguradoras desconocen si los profesionales disponen o no de ese material, porque muchas externalizan las visitas domiciliarias y en ocasiones tampoco saben en qué circunstancias trabajan los médicos a domicilio.

Protocolos

Uno de los responsables de Sanidad de la CGT, Luis Sanmartín, no duda que eso esté pasando, cuando en los hospitales “los protocolos se van modificando en función del material que nos queda”, lamenta.

Por su parte, Pareja recuerda que cuando el profesional va a un domicilio ni él mismo puede saber si contrae el Covid-19 o no. Estos médicos vuelven a casa sin pasar por un centro médico y sin someterse a las pruebas, que además escasean. “En ocasiones el contagiado no presenta síntomas, pero tiene carga viral, y al no tener EPIs”, los médicos contraen el virus. Y las cifras así lo demuestran.

Un anciano con mascarilla se lava las manos / EFE
Un anciano con mascarilla se lava las manos / EFE

Personas dependientes

Los médicos a domicilio no son los únicos que lo sufren, Pareja subraya que “parece que la crisis sanitaria solo sea en los hospitales, pero recuerda que el sector de la dependencia también forma parte de él”. Critica que “no se están cumpliendo con los procedimientos” y que en las últimas semanas “no tenían información de cómo actuar ante estos casos”.

Recuerda que, en el caso de la asistencia domiciliaria a personas dependientes, la situación es la misma que con los médicos: si el profesional no va protegido y visita alguien asintomático y después va a otra casa, se pueden seguir expandiendo los contagios. Pero en esta ocasión con un añadido, “las personas mayores son más vulnerables al virus y los contagios serán más rápidos”. Una prueba de ello es lo que ha pasado esta pasada semana en las residencias.

Escaso material

Sanmartin alerta de que en la sanidad pública, “en atención domiciliaria, se les da una máscara de papel, un paquete de guantes de látex y un bote con 100 mililitros de alcohol para todo un mes”.

La situación de las mascarillas preocupa fuera y dentro de los hospitales. Pareja recuerda que el virus mide cinco micras, por lo que las mascaras de papel no hacen nada. El Gobierno anunció la llegada de mascarillas para esta semana y poco a poco van llegando a los centros, pero no a la asistencia domiciliaria. Mientras, el número de contagios sigue aumentando.