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Esquiadores en la estación de Masella, donde se detectó un brote de gastroenteritis la pasada semana / CG

Masella ocultó que sus empleados sufrían gastroenteritis antes del brote

Monitores de la estación de esquí se quejaron de diarrea y malestar un día antes de que el norovirus infectara a 357 personas, la mayoría niños

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Masella ocultó que empleados de la estación de esquí sufrían gastroenteritis antes de que se declarara el brote. Monitores de deportes de nieve del resort pirenaico se quejaron de diarrea y malestar un día antes de que se detectara norovirus en la instalación, que llegó a afectar a 357 personas, la mayoría niños.

Según han explicado trabajadores a este medio, el agente patógeno ya se había diseminado entre empleados de la estación de esquí el martes 20 de febrero. "Los monitores se quejaban de que caían como moscas con diarrea", han explicado. Un día después, el miércoles 21, se declaró la alerta pública por la cepa II del virus, causante del 90% de intoxicaciones alimentarias. Hasta hoy, 357 personas han resultado afectadas. La mayoría (346) son niños de 8 a 14 años de distintas escuelas catalanas. También hay un grupo reducido de menores franceses.

Salud Pública precintó el restaurante

Si Masella no supo explicar, no dio importancia o escondió el malestar gastrointestinal de parte de su personal, también ha soslayado otros datos de importancia. "El miércoles 21 pasaron centenares de niños por la estación. Fue un día especial. El mismo día se empezaron a encontrar mal. Lo que no ha trascendido es que dos camareros y una persona de la cocina del restaurante donde se originó el brote también resultaron afectados", han agregado las mismas fuentes.

De hecho, el brote fue tan virulento que hasta el médico de la estación de esquí contrajo la infección. Llegados a ese punto y ante la alarma social creada, la Agencia de Salud Pública de Cataluña (Aspcat) precintó el bufé Pla de Masella el viernes. "Unas 20 personas han estado desinfectando y limpiando el comedor durante 72 horas. Mañana, martes, 27 de febrero, la agencia dirá si puede reabrir", han abundado las mismas fuentes.

Comida propia

Los trabajadores del resort de invierno han explicado que el restaurante Pla de Masella prepara su propia comida y no tiene servicio de cáterin. El miércoles, día en el que los escolares se infectaron con el virus gastrointestinal, el bufé sirvió butifarra y otros platos envasados. "No se conoce el origen. Salud Pública lo está investigando", han indicado las fuentes consultadas.

Contactada por este medio, Masella, que ha permanecido abierta mientras su mayor espacio de restauración se sometía a una desinfección con lejía y otros productos, no ha contestado a los requerimientos informativos.