Batalla campal entre manteros y Urbana en el metro de Barcelona

Batalla campal entre vendedores ambulantes y la Guardia Urbana en el Metro de Barcelona. El arresto de un mantero en el andén del suburbano de Plaza Cataluña generó ayer domingo un intercambio de trompazos y empujones que se saldaron con momentos de gran tensión en la concurrida estación.

Según avanzó El Caso y atestiguan dos vídeos que ha difundido la plataforma RidersXDerechos, el encontronazo se produjo poco después del mediodía de ayer. Los agentes fueron requeridos en el Metro para la detención de un mantero. Accedieron al mismo y, una vez en el andén, empezó una auténtica lluvia de empujones y golpes con las defensas y escudos para completar la detención.

Circulación interrumpida

La operativa para detener al individuo, que se resistió a su arresto, provocó la interrupción del servicio de Metro en la Línea 3 o verde del transporte público de Barcelona. Sucedió a patir de las 14:29 horas, cuando Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) recibió el aviso de la entrada de agentes de la URPE al andén. Éstos se dirigieron hacia un grupo de 20 manteros, arrestando a uno de ellos.

A partir de aquí, las versiones difieren. Pasajeros del Metro insisten en "cargas policiales" en el interior del andén. "La Guardia Urbana como una órdaga de bárbaros pegando palos a todo el que pillaban", ha explicado una pasajera en las redes sociales. Por contra, TMB ha reducido el alcance del incidente a siete minutos de duración, lapso de tiempo que la circulación durante el cual la línea verde en dirección Zona Universitaria permaneció interrumpida.

Los manteros vuelven al centro

Cualquiera que fuere la versión más cercana a la realidad, lo cierto es que la batalla campal de ayer domingo en el Metro de Barcelona es el primer incidente con vendedores ambulantes desde que el Ayuntamiento de Barcelona, que dirige Barcelona en Comú (BComú), partido de Ada Colau, arrinconó al colectivo en el paseo Joan de Borbó de la Barceloneta antes y durante la campaña electoral. 

El Ejecutivo local expulsó a los manteros del entorno del monumento a Colón, primero, y del paseo de Colón, después, para pactar una zona franca de venta con las personas que venden en la manta en el bulevar que une la plaza Pau Vila con la plaza del Mar, en el frente marítimo de Barcelona. La Guardia Urbana denunció "impunidad" e, incluso, que BComú rechazaba apoyar a la Policía Portuaria para desarticular el mercadillo.