Vida

Los 15 pecados que han hundido la "empresa" más antigua del mundo

El Papa Bergoglio saca el látigo y acusa a la curia de exhibicionismo, petrificación mental, codicia... Pablo Iglesias elogia a Jaume Roures, su empresario de referencia. La infanta, Artur Mas y el gordo marmota.

23 diciembre, 2014 11:16

Puede que en la información sobre el sorteo de la lotería nacional estén las claves de la crisis de la prensa de papel. Los ejecutivos de los periódicos dicen que a sus suegras les gustan las historias del gordo, la lista fotográfica de los números premiados y las portadas con peña dando brincos. Siempre la misma brasa, regüeldos de "Qué bello es vivir" adaptados a los barrios deprimidos, etcétera, etcétera. Resulta de una monotonía estupefaciente. El día del sorteo es de esas cosas que no se echan de menos de una redacción. Además, el juego es pecado, que lo sepan.

El Papa Bergoglio, Francisco I, ha reunido a cardenales y obispos para leerles la cartilla. A Bergoglio se le entiende mejor que a su par, Benedicto XVI, porque no habla en latín sino en italiano común y en ese idioma lanzó una filípica que los periódicos resumen con el concepto de "alzhéimer espiritual". Los liderazgos contemporáneos se definen por lo directo de los mensajes. Sólo le faltó al Papa liarse a latigazos con los idólatras cardenalicios. El chorreo fue de proporciones épicas.

En el Abc, el corresponsal en Roma, Juan Vicente Boo, arranca así su crónica: "Ningún Papa, a lo largo de la historia, ha denunciado precisamente ante los cardenales y obispos de la cúpula las quince «enfermedades de la Curia», que pueden contagiar a cada persona. Francisco lo hizo ayer, pero no como una bronca o una regañina del jefe. Les hablaba como sacerdote, invitando a todos al «examen de conciencia» y aconsejando acudir «al sacramento de la Reconciliación, que será para todos nosotros un buen camino hacia la Navidad»".

Beatífica versión de los hechos para referirse a que acusó a los obispos de hacer la pelota a los cardenales en vez de a Dios dedicándose a pastorear a sus rebaños. Les dijo también que padecían el dicho "alzhéimer espiritual", que habían confundido el servicio a la Iglesia con un concurso de méritos mundanos y habilidades sociales. Bergoglio es un azote de desviados.

En La Vanguardia, la versión de Eusebio Val es diametrálmente opuesta a la de Boo. Escribe Val: "Francisco transmitió ayer una felicitación navideña un tanto peculiar a la curia romana. El Papa instó a los jerarcas vaticanos a que no sean meros burócratas y hagan cosas que parecerían obvias en eclesiásticos de su nivel pero que quizás echa a faltar en Roma: oración diaria, participación asidua en los sacramentos –sobre todo la eucaristía y la reconciliación– y una espiritualidad que se traduzca en caridad tangible. El áspero rapapolvo del Papa no se quedó ahí. Los obispos y cardenales le escuchaban con atención y perplejidad en la sala Clementina del palacio Apostólico. Están ya habituados a las filípicas públicas del pontífice argentino, aunque esta vez fue más allá. Jorge Mario Bergoglio, en su largo discurso, quiso “compartir” unas reflexiones y “estimular un verdadero examen de conciencia”. Y fue entonces cuando les presentó “el catálogo de las enfermedades y tentaciones curiales que debilitan nuestro servicio al Señor”. Francisco fue describiendo, una por una, estas enfermedades, un auténtico elenco de pecados de los máximos responsables de la Iglesia católica, desde la doble vida y la hipocresía hasta la codicia y a la afición a los chismorreos, una lista para que más de un monseñor se sonrojara. La primera “enfermedad” diagnosticada por el Papa, la de “sentirse inmortal, inmune e indispensable” fue un amargo aperitivo".

De la misma crónica, el listado del pecados del catecismo bergogliano:

1 Sentirse inmortal, inmune o indispensable

2 ‘Martalismo’ o excesiva laboriosidad

3 Petrificación mental y espiritual

4 Excesiva planificación y funcionalismo

5 Mala coordinación

6 Alzhéimer espiritual

7 Rivalidad y vanagloria

8 Esquizofrenia existencial

9 Habladurías y chismorreos

10 Divinizar a los jefes

11 Indiferencia hacia los demás

12 Rostro fúnebre

13 Acumulación de bienes materiales

14 Círculos cerrados

15 Beneficio mundano y exhibicionismos

Esto acabará siendo pasto de las escuelas de negocios, algo así comon las quince cosas que se deben evitar cuando se trata de salvar una empresa. Desde luego, es más consistente lo que dice el Papa que poner mesas de ping-pong en las salas de descanso de los empleados y repartir tarjetas black entre los directivos.

De la revolución papal a la que se cuece en España. En el diario de Godó, Salvador Llopart escribe una crónica sobre el cine forum que anoche protagonizó Pablo Iglesias, que está a partir un piñón con Ada Colau. Hay feeling y crece la irritación y el temor en el sector soberanista. La idea de que Colau pueda ser la próxima alcaldesa de Barcelona es cada vez menos descabellada. El caso es que Llopart explica que Iglesias y unos pocos amigos se fueron al cine Aribau a ver "La revolta permanent": "“Hablar de esta película puede echar por tierra nuestra táctica de la sonrisa. Pero como estamos en familia y no nos escucha casi nadie, vamos a ser claros”, afirmó. La película tampoco invitaba a demasiadas alegrías. La revolta permanent, de Lluís Danés. Un documental sobre Lluís Llach. Pero, a la vez, una mirada descarnada sobre los hechos de Vitoria de 1976. Cuando Franco había muerto pero la calle era de Fraga. La revolta permanent habla de aquellos obreros que debían ser desalojados, un 3 de marzo, a cualquier precio. A sangre y fuego. Resultado: cinco muertos y cientos de heridos. (...) Para Iglesias la transición está secuestrada, y son imprescindibles películas como La escopeta nacional y dejar de lado ficciones como Cuéntame. El cineclub de ayer era, en realidad, un coloquio compartido, presentado por Jordi Basté. Con Andoni Txasco, víctima de aquel día en Vitoria; con la periodista Ana Pardo de Vera, con Gemma Ubasart, de Podemos. Con otros invitados. “Hace falta la voluntad de un empresario como Jaume Roures, dispuesto a hacer un documental como este”, fue la flor de Iglesias al productor del filme, que celebra los veinte años de la productora Mediapro con eventos semejantes. Más de capilla de fieles que habituales de Iglesias".

Pasado y presente. Mucha historia y flores a Roures, el señor del balón, el empresario con sede en Qatar, el dueño de las carreras de motos y de las de camellos.

De Pablito a Pablito, eso no es un cambio, eso no es lo que vendimos en el pabellón del Valle de Hebrón. Ahí no dijiste nada de Roures. Al final va a resultar que Iglesias no es el jefe de los ratones, sino un gato pequeño con empresarios como Roures y el Gran Wyoming detrás.

Allá películas, pero Ignacio Camacho es de los que aspiran a decir eso tan español de ya lo decía yo. Escribe en Abc un exdirector de Abc: "En diciembre de 1958 la alta burguesía cubana celebraba la Navidad y el Año Nuevo sin querer darse por enterada de que los rebeldes castristas estaban a las puertas de La Habana. Los barbudos de Sierra Maestra llegaron a la capital en Nochevieja y provocaron una desesperada estampida en smokings y trajes de noche. Durante semanas, el confortable establishment de la isla se negó a aceptar la evidencia de que la revolución podía triunfar y prefirió apurar los estertores de un régimen que se desmoronaba. El final de esta historia es conocido porque está vigente cinco décadas más tarde".

¿Cuba? No. Continúa Camacho: "Salvadas todas las distancias, que son tantas como las que van de una dictadura a una democracia y de una guerra civil a una batalla electoral, es inevitable pensar en esa inconsciente atmósfera de fin de régimen al observar el empeño de cierta clase dirigente española por ignorar en su confortable autocomplacencia el peligro de ruptura que la irrupción de Podemos ha supuesto en el sistema político. En las próximas fiestas navideñas Pablo Iglesias puede haber resultado elegido presidente del Gobierno; no es una hipótesis remota, sino un cálculo demoscópico razonable. Y puede ocurrir porque las dos grandes fuerzas del bipartidismo y parte de las élites económicas siguen creyendo que es imposible, pero también porque una significativa porción de ciudadanos que no desean una convulsión social continúan sin atisbar en el nuevo partido el germen de la ruptura".

Cambio de tercio. Lo más significativo de que la infanta Cristina se tenga que sentar en el banquillo porque Hacienda somos todos y Castro, un juez cachondo amigo de Tomeu Penya es que El País editorializa desde la portada, recurso para las grandes ocasiones con un texto en plan "lo que tiene que hacer el Rey". El editorial, en realidad, se titula "Que hable el Rey", pero para que diga lo siguiente: "Los españoles están esperando escuchar de boca del Rey una declaración firme sobre la necesaria regeneración democrática, incluida una explicación sobre la acusación a su hermana. Don Felipe ha hecho un enorme esfuerzo de renovación y modernización de la institución monárquica en sus seis primeros meses de reinado, con medidas de austeridad, ejemplaridad y transparencia de la familia real y la Casa del Rey, esenciales para la supervivencia de la institución y para su aceptación por los ciudadanos. Esas medidas han sido reconocidas con un notable grado de aceptación popular en los sondeos. El Rey se ha mostrado como un hombre de principios. Por eso, lo que no debe hacer es evitar el asunto, limitándose a aceptar respetuosamente, a través de un portavoz, las decisiones y la independencia del poder judicial. Es cierto que, constitucionalmente, solo corresponde a la Infanta la decisión de renunciar a sus derechos. Pero no es menos cierto que Felipe VI tiene que enviar un mensaje a los ciudadanos, como hizo su padre hace tres años. Y el mensaje tiene que ser este: que los principios que proclama deben aplicarse también a su hermana, aunque ya no pertenezca a la familia real".

En segundo término de los periódicos, la admisión a trámite de la querella contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau. Por mayoría, que no unanimidad, tras cinco horas de deliberaciones y en la perspectiva de una larga inverstigación porque no está claro siquiera si el 9N era domingo.

De vuelta a las lecturas canónicas, resulta imprescindible el siguiente artículo de la página de información religiosa de referencia que habla de la insólita mediación del abad de Montserrat en el cisma entre Mas y Junqueras. Como se entere el Papa en lo que anda Soler le va caer una penitencia que ni la de Sísifo.

23 de diciembre, San Antonio de Santa Ana Galvao, San Juan de Kety, San Sérvulo, San Ivón y San Juan Stone.