Uno de los urinarios callejeros de última generación de Barcelona.

Uno de los urinarios callejeros de última generación de Barcelona.

Vida

Las multas de la Policía Municipal pueden llegar a los 2.000€

Las medidas que se han tomado hasta ahora no consiguen frenar una tendencia que va en aumento con el turismo

30 julio, 2016 23:35

Pintura mágica aparte, los ayuntamientos mantienen sus variadas y duras sanciones a estos maleducados. Pueden superar los 2.000 euros, sobre todo si hay agravantes como el lugar o menosprecio a la autoridad. Varias empresas ofrecen sus servicios jurídicos de forma paralela a las infracciones de tráfico.

La principal alegación esgrimida por los defensores jurídicos suele ser que los denunciados estaban aquejados de infecciones de orina, trastornos prostáticos o similares y se trató de una repentina e inaplazable urgencia. La mayoría de los recursos no prosperan. Y la demora puede hacerles perder el descuento a la mitad por pronto pago.

Algunos ayuntamientos permiten realizar servicios a la comunidad en lugar de pagar la multa. Por ejemplo, Madrid, donde la sanción mínima más extendida sin pronto pago es de 751 euros.

Miles de sanciones

Pero la practica y las sanciones no aflojan. Se suman por miles en España. La policía local de Zaragoza sancionó el año pasado a 1.000 personas por miccionar en la calle. En Albacete, fue la conducta incívica más multada, en 453 ocasiones, seguida del botellón (346).

En la fiestas del barrio de Gràcia de Barcelona, la Guardia Urbana impuso 386 denuncias, y en Pamplona se multó a 614, 76 de ellos solo en San Fermín. Pero es que en esos días ni los agentes tienen espacio en la calle para escribir... Ser educado parece que no está de moda.

Mala imagen al turismo

No se está ofreciendo buena imagen al turismo. En Barcelona, la alcaldesa Ada Colau ha llenado la ciudad de urinarios al aire libre, una estampa poco atractiva. Barcelona está considerada la Ciudad de las Meadas. Solo hay que darse una vuelta por la Villa Olímpica y cercanías. También es lamentable que un lugar tan turístico como Teruel, la Ciudad del Amor, sea inundada, cada noche, de meadas en plena plaza del Torico, dejando una imagen mañanera sucia y maloliente.

Funcione un sistema u otro para evitar este problema, algunos ayuntamientos ya piensan en promulgar nuevas ordenanzas, como se hizo con las cacas de los perros, llevar bolsitas “SPM” solo para meones. Penoso.