La intendente de los Mossos d'Esquadra Teresa Laplana ante la Audiencia Nacional / EUROPAPRESS

La intendente de los Mossos d'Esquadra Teresa Laplana ante la Audiencia Nacional / EUROPAPRESS

Vida

Laplana defiende su incapacidad de "movilizar los recursos de orden público" el 20S

La intendente de los Mossos d'Esquadra argumenta que su misión era transmitir a sus superiores lo que ocurría ante la Consejería de Economía

22 enero, 2020 18:26

La intendente de los Mossos d'Esquadra Teresa Laplana ha defendido este miércoles que su papel durante el asedio a la Consejería de Economía de la Generalitat el 20 de septiembre de 2017 era de "interlocución" con los representantes de la Benemérita que estaban llevando a cabo el registro de las dependencias y que no tenía ninguna capacidad de "movilizar los recursos de orden público".

"Yo era un elemento de información cualificada con rango para poder interlocutar con la Guardia Civil pero no era la responsable del operativo de aquel día", ha explicado Laplana, a preguntas del fiscal Pedro Rubira en el juicio que celebra la Audiencia Nacional por el proceso independentista. La intendente se enfrenta a cuatro años de prisión por un delito de sedición

Interlocución con la Benemérita

Así, ha precisado que su "misión" era "transmitir a mis superiores todo lo que yo estaba viendo en aquel momento, a hacer la interlocución con representantes del Instituto Armado, así como pasar todas las peticiones que éstos realizaran. Pero no tenía capacidad de movilizar los recursos de orden público".

Laplana ha comenzado a declarar justo después del mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, quien ha sido interrogado durante unas diez horas, concentradas en las tres primeras jornadas de la vista oral. La intendente ha comenzado explicando que en 2017 sufrió "una crisis aguda" por vértigo y que pese a que le prescribieron unos días de reposo, el 20S recibió la llamada de un superior para comunicarle que debería acercarse hasta la Consejería con motivo del registro judicial, ya que no podía ir nadie más.

Perímetro de seguridad

En este sentido, ha explicado que todas las peticiones que el Instituto Armado le hacía sobre la posibilidad de hacer un perímetro de seguridad del edificio, incluso de los vehículos logotipados que se encontraban en la calzada, fueron trasladadas al subjefe de la Brigada Móvil (Brimo), que se encontraba en las inmediaciones.

Según ha indicado, desde la Brimo se rechazó esta solicitud porque no era aconsejable realizar tal actuación porque los concentrados mantenían una actitud reivindicativa y ello podía "generar desórdenes públicos que entonces no se estaban produciendo y no eran deseados".

"El día de la marmota"

Laplana ha estado respondiendo al fiscal y de su letrada --el resto de defensas no han hecho ninguna pregunta-- casi dos horas y ha lamentado llevar "dos años y medio" viviendo "el día de la marmota". "Me he acostado el 20 de septiembre y me he vuelto a levantar el 20 de septiembre", ha dicho.

Parte del interrogatorio del fiscal, como el de su abogada, Olga Tubau, se ha centrado en los contactos que mantuvo con el expresidente de la ANC Jordi Sànchez, condenado a nueve años de prisión por sedición por el 'procés' independentista. Laplana ha resaltado que en las "tres" ocasiones que conversó con él fue por orden de sus superiores. "No lo conocía de nada. No lo había visto nunca excepto en la prensa", ha afirmado.

"Nadie para exigir"

La intendente ha querido despejar cualquier duda de que Sànchez tuviera alguna "autoridad" en la actuación de la policía autonómica y ha enfatizado --al igual que hizo Trapero durante su declaración-- que el expresidente de la asociación sólo tenía la atribución de "colaborar". "Podía decir misa, no es nadie para exigir ni entrometerse en las decisiones y órdenes de la policía", ha subrayado. 

La intendente ha recordado que un superior suyo le había pedido convocar una reunión con los responsables de la Guardia Civil en el registro, el subinspector de la Brimo y con Sànchez para intentar encontrar una forma de mover los coches logotipados, una vez fueron informados de que en su interior había armas largas. Así, ha detallado que el expresidente de la ANC le informó por teléfono que no se encontraba en la zona de la Consejería, por lo que mandó en representación a Xavier Vidal, quien aseguró que no sería tan fácil hacer dicho pasillo de voluntarios porque él tenía "influencia" en los miembros de la asociación, pero no en el resto de concentrados.

Pasillo de voluntarios

La tercera vez que contactó con Sànchez, ha apuntado la acusada, fue por la tarde cuando el comisario Joan Carles Molinero se lo pidió. La intención era realizar otro pasillo de voluntarios para reforzar el cordón policial, que permitiría la salida de la comisión judicial protegida por escoltas.

Debido a que los agentes que estaban haciendo el registro no concretaban cuánto se alargaría la diligencia porque estaban teniendo problemas informáticos con el volcado de documentos, Sànchez confesó a Laplana que no podía mantener "de forma indefinida" un pasillo de miembros de su asociación, por lo que le pidió que le avisara con media hora de antelación.

Pere Soler

El juicio contra la cúpula de los Mossos continuará este jueves con la declaración del que fue director general de la policía autonómica Pere Soler, quien accedió a este cargo sólo dos meses y medio antes del referéndum ilegal del 1 de octubre.