Vida

La prensa catalana resta hierro a la suspensión del Constitucional

Todo está preparado, claman los diarios de Barcelona mientras que en Madrid sólo 'El Mundo' y 'La Razón' llevan en lo alto de sus portadas la rebeldía de Mas y los preparativos para atajar el último 9N

5 noviembre, 2014 15:23

Los periódicos de Madrid y Barcelona acogen con frialdad el anuncio de Francesc Homs de mantener el pulso con el Estado. En El Periódico, por ejemplo, resaltan la insubordinación de la Generalidad con el titular "Mas apura el 9N". La ilustración es un grupo de ciudadanos de amarillo haciendo sonar anoche unas cacerolas.

Noche de cacerolas en Barcelona. Se les acabó la batería enseguida, la indignación necesaria para que una cacerolada rompa, rasgue y le dé la vuelta a una ciudad. Por decibelios, el separatismo ha cosechado el 4N una severa, inesperada y primera derrota, al margen del segundo varapalo del TC. Un gol en propia puerta. Había que silenciar la televisión para percibir de fondo, entre el rumor del tráfico y en sordina, el sonido de las cacerolas que la Generalidad, los partidos, la Assemblea y sus medios pretenden convertir en una canción protesta contra el Gobierno, el Constitucional y España.

La consigna era dar la murga a partir de las diez de la noche, pero mucha gente pudo creer que los trabajadores paquistanís que reparten el butano hacían horas extras por los primeros fríos. No era eso, sino algunos barceloneses bien informados y formados en una causa que de momento sólo ha exigido sacrificios (la muerte civil) para aquellas personas con notoriedad que se han manifestado en contra.

Con todo, a El Periódico le pareció una reacción estimulante y se fue hasta el balcón más decorado de la calle Aragón (confluencia con Diagonal) para asistir al concierto de puchero y sartén. Esta noche está prevista otra pfannenacht.

En La Vanguardia, el titular de la suspensión es lineal: "Mas sigue adelante pese al segundo veto del TC". Más comprometidos visualmente con el proceso se muestran Ara y El Punt Avui, que dedican su primera plana al completo al referéndum del próximo domingo. En el primero, el titular sobre fondo rojo es una suerte de telegrama: "9-N: El TC lo suspende, Mas lo mantiene, Rajoy amenaza y la gente empuja". En El Punt Avui son más formales. Reproducen el manifiesto que se pretende elevar a la ONU y a la UE y subrayan que está "Todo a punto para el 9-N".

Editoriales, comentarios y textos abundan en la celebración inevitable de una "fiesta de la democracia" mientras el gobierno catalán eleva una denuncia ante el Tribunal Supremo. Los cuatro periódicos de Barcelona presentan, en síntesis, el mismo menú: 9N y apelaciones a votar el domingo o, como mínimo, a formar fotogénicas colas frente a las escuelas designadas por la Generalidad. Vuelve la época del editorial único y la prensa "de país".

En El Mundo destacan que el Constitucional no advierte a Mas de posibles, supuestas o presuntas medidas cautelares, por lo que sugieren que la "sociedad civil" tendrá vía libre para organizar el referéndum. En La Razón, a la contra y bajo la firma de Carmen Morodo, se asegura que el Estado impedirá el uso de instalaciones públicas para la celebración de la última versión del 9N. Y La Vanguardia, que ayer sugería que la Fiscalía se abstendría de actuar, no lo tiene hoy tan claro. De hecho, ha dejado de insertar la página de propaganda de la Generalidad sobre el referéndum, consulta o cosa que pase de aquí a cuatro días.

Los plazos se agotan, como se agota la paciencia del periodismo con Artur Mas, Homs, Junqueras y Fernàndez. Sus baladronadas no son causa de portada ni en el Abc ni en El País, que apuestan por portadas económicas sobre la posibilidad de una tercera recesión que pondría en riesgo la débil recuperación de la economía española. Los tiempos están cambiando y donde hace un par de años España era un problema para Europa ahora es al revés: Europa es el problema, la falta de aplicación en Alemania y Francia de las recetas que aplicaron a la economía española.