Adoquines de Barcelona / TWITTER

Adoquines de Barcelona / TWITTER

Vida

Janet Sanz responde a las críticas tras anunciar un cambio de diseño de los adoquines de Barcelona

La decisión del Gobierno de Colau de “actualizar” la icónica losa con el dibujo de la flor generó un gran revuelo en las redes sociales

2 abril, 2022 09:48

La decisión anunciada ayer por el Ayuntamiento de Barcelona, que a través de la fundación Bit Habitat lanzó un llamamiento a empresas y profesionales para diseñar una evolución de la famosa loseta de la flor, ha levantado ampollas. 

Bajo el nombre El panot del siglo XXI, el Ejecutivo de Colau animaba a empresas y profesionales a presentar iniciativas para encontrar un modelo más sostenible de la famosa losa con el dibujo de la flor, un diseño del arquitecto de Josep Puig i Cadafalch e icono de la ciudad. El Consistorio puso en marcha este concurso como parte del proyecto de la superilla, con la idea de que los nuevos adoquines se instalen a partir de este verano en algunas zonas del Eixample. Sin embargo, la decisión generó un gran revuelo entre los barceloneses y desató un aluvión de críticas en las redes sociales. 

Cartel del concurso 'El panot del Segle XXI' / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Cartel del concurso 'El panot del Segle XXI' / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

El dibujo se mantiene

Una de las más duras fue la del concejal del Ayuntamiento de Barcelona por el PP Josep Bou, que criticó duramente el coste del concurso --240.000 euros-- y afirmó que "la loseta no se toca, con la imagen de Barcelona no se juega". 

El revuelo ante la posibilidad de que el Ayuntamiento sustituyese los míticos adoquines, ha obligado a Janet Sanz, segunda teniente de alcalde, a aclarar que la sustitución de los adoquines no comportará cambios en su diseño. “No hagáis caso de las fake news: no cambiaremos el diseño tradicional del panot”, ha respondido Sanz. La segunda teniente de alcalde ha explicado que desde el consistorio están buscando “nuevos materiales, más innovadores y sostenibles para adaptarlos a los nuevos retos climáticos”, pero que en ningún caso sustituirán la flor, que seguirá siendo uno de los iconos de la Ciudad Condal.