Perro potencialmente peligroso con el bozal, como el que ha atacado a un bebé de un mes a causa de un despiste / CG

Perro potencialmente peligroso con el bozal, como el que ha atacado a un bebé de un mes a causa de un despiste / CG

Vida

L’Hospitalet se pone firme con los dueños de los perros

El equipo de gobierno de Núria Marín castiga con sanciones de hasta 500 euros actitudes como llevar el animal suelto, sin bozal dejar los excrementos en el suelo

29 junio, 2017 00:00

La impunidad de la que gozan los dueños de perros potencialmente peligrosos (en algunas ciudades) que incumplen la normativa se hace evidente ante noticias recientes acerca de animales que han mordido a niños, sobre todo, provocando su hospitalización.

En algunos municipios, como L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), el equipo de gobierno de Núria Marín se ha puesto firme para perseguir a los propietarios de los animales de este tipo de razas caninas mediante una campaña específica de la Guardia Urbana de la localidad.

149 denuncias

Una portavoz del consistorio ha explicado a Crónica Global que, en el primer trimestre de 2017, se han interpuesto 149 denuncias por infracciones de la Ordenanza de Civismo y Convivencia en materia de tenencia de animales y de la normativa relacionada con esta temática.

“La mayoría de denuncias tienen relación con el hecho de llevar al animal sin correa o sin bozal —sanciones de hasta 800 euros—, no recoger los excrementos —750 euros— y no tenerlo censado —800 euros—”, informa el ayuntamiento.

La legislación vigente obliga a que este tipo de multas tengan que pasar por el Pleno municipal. En el que celebró el municipio de L’Hospitalet este martes, 27 de junio, se aprobaron 18 sanciones que suman 7.450,75 euros.

Ensayo de orines

El equipo de Marín, además, acaba de presentar un ensayo en el que ha destinado un espacio llamado e-can para las micciones de los perros en la vía pública. Está en la plaza Puig i Gairalt y pretende que se premie con una chuchería a los animales que orinan en el lugar correcto.

El aparato funciona con una placa fotovoltaica e incorpora un sistema informático que gestiona el funcionamiento del equipo, la limpieza y la carga de baterías. Será, así, una prueba piloto que pretende aleccionar a los perros para que acaben adoptando el hábito de orinar en este espacio y ayudar a mantener limpia la ciudad.