Fachada del Hospital Comarcal de la Selva en Blanes / CG

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Vida

Dimite la directora del hospital de Blanes donde murió una niña en enero

Núria Constans Macià, gerente de la Corporación de Salud del Maresme y La Selva, tira la toalla tras el cerco político y vecinal

20 mayo, 2017 00:00

Dimite la gerente del consorcio que dirige el hospital catalán donde murió una niña de ocho años esperando una ambulancia en enero. Núria Constans Macià, directora de la Corporación de Salud del Maresme y La Selva, dejará su cargo a finales de junio cercada por la presión política y vecinal.

Según han confirmado fuentes médicas, Constans ha comunicado recientemente su marcha tras 14 años al frente del conglomerado público de centros sanitarios situados al norte de Barcelona.

El Servicio Catalán de Salud (CatSalut), con mayoría en el órgano de gobierno, no ha querido aportar más datos sobre la dimisión.

"Razones personales"

Quien sí ha ha valorado la marcha es Marcel Prats, adjunto a dirección del ente público. "Es una decisión por razones estrictamente personales", ha indicado a este medio.

Prats ha recordado que el consejo rector de la corporación, el órgano que la gobierna, "continúa con la misma configuración".

Del mismo modo, el directivo ha rechazado que se hayan producido más dimisiones o ceses tras la muerte en enero de una niña en el hospital de Blanes, tal y como han apuntado fuentes cercanas al centro médico.

"Irregularidades"

El concejal de Podemos en Lloret de Mar (Girona), Paulino Gracia, lo ha matizado. "Según la nota enviada por Constans a los trabajadores, su adiós se explica en clave de prejubilación. Pero llega tras años de denuncias por supuestas irregularidades y prácticas médicas de la corporación cuanto menos dudosas", ha explicado a este medio.

"Está el informe de la Sindicatura de Cuentas [consultar aquí] que constata opacidad en la contratación en al menos tres ejercicios. La denuncia que pusimos contra el presidente de la corporación, Albert Fernández Terricabras, por querer quedarse la herencia de un enfermo terminal. O la constante preferencia por los turistas sobre los vecinos, ya que los primeros pagan su tratamiento", ha agregado.

"El último episodio --ha continuado el edil-- fue un conato de motín de pacientes el 16 de abril porque se atendía primero a los turistas antes que a los locales. ¿La muerte de la niña en enero? Otro capítulo más".

"Prestación deficiente"

La marcha de Constans se lee en clave de "victoria" por parte de la Plataforma Junts per la Sanitat. La agrupación vecinal y sindical que nació tras el fallecimiento de la niña de Blanes en enero recuerda que dos motivos han enervado a la población.

"La sombra permanente de la corrupción o la concomitancia con el sector privado en los centros de la zona, como la externalización de la odontología en algunos ambulatorios de La Selva", ha explicado Loles Flores, portavoz.

"Y las responsabilidades médicas --ha continuado Flores--. La falta de recursos y dispersión de las especialidades por la zona, por ejemplo. Ello ha encendido a la ciudadanía".

Bajo sospecha

La Corporació de Salut del Maresme i La Selva es uno de los consorcios sanitarios de Cataluña con más lunares. El ente fue el epicentro del caso Crespo, un escándalo público que estalló en 2012 cuando trascendió que la Sindicatura de Cuentas había ocultado un informe que destapaba irregularidades en la gestión cuando Xavier Crespo (CiU) dirigía el organismo.

El trabajo del fiscalizador financiero partió de sospechas de la Intervención de la Generalitat, que detectó las presuntas malas prácticas.

Finalmente y aunque Crespo declaró en una comisión del Parlamento catalán, el caso se deshinchó y el exmunícipe de Lloret pudo volver a ejercer en el Hospital de Blanes. Su carrera política, no obstante, fue fulminada con una condena con inhabilitación tras la Operación Clotilde.

Además de las sombras en la gestión, la red de instituciones sanitarias ha estado en la diana por episodios médicos de índole dudosa como la muerte de una niña de ocho años en Blanes cuando esperaba una ambulancia, o la más reciente condena a indemnizar a una mujer con 208.245 euros tras una operación de prótesis de rodilla en la que terminó perdiendo la pierna.