Un bebé en brazos de su madre. Consultas / PIXABAY

Un bebé en brazos de su madre. Consultas / PIXABAY

Vida

¿Cómo sé si mi hijo tiene micropene?

Recientemente han aumentado las consultas al médico de padres preocupados por esta cuestión, pero los especialistas aseguran que generalmente se trata de casos de pseudomicropene

30 abril, 2021 00:00

El tamaño del pene de los niños es algo que siempre ha inquietado a los padres y cada vez son más las consultas que éstos hacen a los médicos respecto a este asunto. A raíz de una noticia que salió a la luz hace unos días acerca del posible efecto de los tóxicos en el sistema reproductor masculino, la preocupación por la posibilidad de que un pequeño pueda tener micropene ha vuelto a incrementar.

Generalmente, lo que más temen los padres cuando detectan que el pene de sus hijos no es del tamaño que quizá debería ser es que esto pueda dañar su autoestima y futura sexualidad. No obstante, según han explicado algunos especialistas a Crónica Global, la mayor parte de consultas que se realizan sobre microfalosomía son, en realidad, casos de falso micropene o pseudomicropene.

 

 

Cómo saber si tú o tu hijo tenéis micropene / CG

¿Cuándo hablamos de micropene?

El pene de un recién nacido mide alrededor de 3,5 centímetros. Para hablar de micropene, éste tiene que medir menos de 2,6 centímetros, pero saber el tamaño exacto del falo de un niño tan pequeño es muy complicado. “Habría que calcularlo en erección, pero no podemos provocársela a un bebé”, ha explicado a Crónica Global el doctor Ferrán García, director de la Unidad de Andrología del Institut Marquès y presidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (Asesa).

Se mide, pues, estirando de la punta del pene y colocando una regla en la base para observar cuál es su longitud hasta el extremo del glande, de modo que el doctor García asegura que “no es fácil”. La exploración de genitales es algo que se hace siempre cuando un niño llega al mundo, por lo que si hubiera un caso de micropene se detectaría en ese instante porque es algo con lo que --generalmente-- ya se nace.

El micropene falso o pseudomicropene

Cuando los padres ven que su hijo va creciendo y su miembro se mantiene igual, éstos tienden a preocuparse y a pensar que podría tratarse de un caso de micropene. A veces, los niños tienden a compararse entre ellos --en los vestuarios del colegio o de las extraescolares-- y aparecen los complejos. No obstante, la mayoría de consultas que recibe la doctora Marta Ramón, jefa del Servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, “son por falso micropene o pseudomicropene”. 

Una madre toma la temperatura de su bebé / PEXELS

Una madre toma la temperatura de su bebé / PEXELS

El falso micropene consiste en un miembro de tamaño normal que está bien constituido, pero que se ve pequeño porque se encuentra oculto. Según ha explicado la doctora Ramón a Crónica Global, “normalmente esto pasa cuando hay demasiada grasa en la zona púbica, lo que hace que el pene quede parcial o totalmente enterrado”. No necesariamente tiene que haber obesidad para que esto ocurra, aunque es más habitual cuando la hay. “Muchas veces basta con apretar la grasa hacia abajo para que el pene salga, algo que hace que los niños y padres se tranquilicen al ver que es algo normal”, añade la doctora.

¿Cuándo hay que llevar al niño a un especialista?

El andrólogo es el especialista encargado de explorar e investigar cualquier aspecto que esté relacionado con las funciones del órgano sexual masculino y su salud reproductiva. No obstante, cuando los niños son pequeños “lo mejor es que los padres los lleven al pediatra en caso de dudar sobre la posibilidad de que tengan micropene”, afirma Ramón. Por lo general, el médico va haciendo revisiones y si viera algo raro en relación al tamaño del miembro, habría que visitar un especialista --el andrólogo o el endocrino--.

“Si cuando un niño nace no se le detecta un micropene, lo más probable y común es que no tengan problemas de este tipo posteriormente”, asegura la doctora. De todos modos, remarca que “ello no implica que con los años no pueda surgir algún problema hormonal durante la pubertad”.

Pico hormonal en los recién nacidos

Cuando un niño nace con micropene, suele ser algo evidente que se aprecia perfectamente desde el momento en el que sale del vientre de la madre. Además, poder detectar un caso de microfalosomía en sus primeros días es algo muy positivo porque “durante los primeros seis meses de vida hay un pico hormonal casi como el de la pubertad”, explica la doctora.

Padre y médico inspeccionan a un bebé / PEXELS

Padre y médico inspeccionan a un bebé / PEXELS

Este período se conoce como minipubertad y permite estudiar las hormonas para conseguir información acerca de posibles problemas relacionados con las hormonas sexuales. “Permite medir las hormonas que estimulan el cerebro y la producción de testosterona. Así, podemos ver qué señales hace el cerebro y conocer mejor la causa de problemas que pueda haber”, añade la doctora. Después de esta etapa, las hormonas “se silencian” y es más difícil dar una respuesta hasta que no se llega a la pubertad.

El cambio en la pubertad

La etapa de la pubertad es el momento idóneo para aclarar cualquier tipo de duda que puedan tener los padres sobre si su hijo tiene o no micropene. El doctor Ferrán García cuenta que la mayoría de padres que llevan a sus hijos a su consulta, lo hacen “cuando tienen 8 o 9 años y el pene todavía no les ha empezado a crecer”. Si un niño tiene un pene aparentemente pequeño durante sus primeros años de vida, “lo normal es que recupere el tamaño cuando llega a la pubertad porque las diferencias se acortan”.

Lo mismo sucede entre un pene en estado de flacidez y uno en erección. “Puede que dos miembros flácidos parezcan muy diferentes entre sí en cuanto a tamaño, pero cuando ambos pasan a estar erectos la diferencia de longitud entre ellos tiende a acortarse”, explica el doctor. Esto ocurre porque, en erección, los tamaños suelen igualarse, algo que también pasa con el tamaño del pene de los niños cuando alcanzan la madurez.

Dos chicos adolescentes juegan con sus smartphones / PEXELS

Dos chicos adolescentes juegan con sus smartphones / PEXELS

Un estudio inexistente

La creciente preocupación en torno a esta cuestión se debe a una reciente noticia sobre el supuesto efecto de ciertos contaminantes ambientales --los ftalatos, concretamente-- en el tamaño del miembro de los niños. El origen de esta teoría proviene de las hipótesis publicadas en un libro escrito por la doctora Shanna Swan, epidemióloga ambiental y reproductiva. No obstante, Ferran García ha confirmado a Crónica Global que “no existe ningún estudio actual de ningún centro sobre los efectos de tóxicos en el tamaño del pene humano”.

Lo que sí lleva años estudiándose son los disruptores endocrinos, unas sustancias químicas que pueden alterar el sistema hormonal del organismo y generar disfunciones. Lo ha explicado a este medio la doctora Erika Llorens, especialista en Urología Pediátrica en el Centro Médico Teknon de Barcelona. “Hay evidencias de que algunos pesticidas o contaminantes afectan a la placa uretral y generan hipospadias. Aunque es posible que también influyan en problemas de micropene, no hay evidencias como tal”, asegura.