Una cuidadora, protegida contra el Covid-19, con una anciana en una residencia / EFE

Una cuidadora, protegida contra el Covid-19, con una anciana en una residencia / EFE

Vida

El hijo de una fallecida por Covid-19 denuncia falta de recursos en una residencia de Barcelona

Familiares reclaman material de protección y profesionales sanitarios para cuidar a los internos en Amavir Diagonal

30 abril, 2020 00:00

“La situación se ha agravado porque no se ha hecho prácticamente nada. Hemos pasado de 17 fallecidos la semana pasada, a 21. No sabemos qué está ocurriendo porque como no podemos entrar nos tenemos que fiar de lo que nos dice el director”. Este es el testimonio de Perfecto Albarrán, cuya madre, interna de la residencia Amavir Diagonal, murió a causa del coronavirus, tras ser trasladada a un centro hospitalario.

Trabajadores en una de las residencias catalanas durante la pandemia / EFE

Trabajadores en una de las residencias catalanas durante la pandemia / EFE

Albarrán, junto a familiares de internos de este geriátrico, denuncia la “preocupante falta de recursos, tanto de material de protección, como personal sanitario” en el centro. “La dirección nos asegura que llegan batas y mascarillas, pero los cuidadores nos trasladan que la situación es caótica y que no están en las mejores condiciones”. Es más, denuncia que el grupo Amavir “está haciendo muy poco, y solo espera a que le lleguen recursos de la administración”.

Sin personal sanitario

“Nos preocupa muchísimo la falta de personal. Solo acude un médico de un centro de atención primaria (CAP) unas horas por la mañana. Por la noche, al cuidado de todos los ancianos, solo hay una enfermera”, lamenta Albarrán. Según los datos que el centro ha aportado a las familias de los residentes, el 85% de ellos ha dado positivo por coronavirus, aunque sólo unos cuarenta presentan síntomas de la enfermedad. “Si algunos ya sufrían patologías previas, entendemos que ahora las necesidades son mucho mayores”, apunta.

Imagen de un sanitario tomando una muestra a un usuario de una residencia en Cataluña / EFE

Imagen de un sanitario tomando una muestra a un usuario de una residencia en Cataluña / EFE

“Llevan dos meses sin ver a sus familiares, solos, encerrados en sus habitaciones, excepto cuando se acerca algún gericultor a cambiarles los pañales o a darles de comer”, lamentan sus allegados, quienes pueden contactar con ellos “de vez en cuando”. “En vez de tranquilizarnos, nos preocupa más, porque en muchas ocasiones ven a la persona en la cama, medio dormida, y eso incrementa el nerviosismo. Son casos contados, porque, con suerte, se trata de una videoconferencia a la semana”, relata Perfecto.

Inacción de Amavir

Según las cifras que aporta, más de un centenar de ancianos residen en la actualidad en Amavir Diagonal. Sus parientes reclaman implicación de la compañía para velar por el bienestar de sus residentes, y lamentan su inacción. “Cuentan con recursos económicos, pero no actúan”, señala el hijo de una de las fallecidas. El reclamo es claro: material de protección adecuado para los profesionales y personal sanitario para cuidar a los afectados. “Necesitan más atención, pero cuando lo reclamamos, no obtenemos respuesta”, cuenta Albarrán.

Residencia de ancianos en Cataluña / DIPUTACIÓN

Residencia de ancianos en Cataluña / DIPUTACIÓN

Tal es la desesperación de los familiares, que han contactado con empresas y laboratorios para conseguir material de protección y nuevos test para la residencia. “Los residentes sufren un deterioro importante, pero en ningún momento han buscado más personal para atenderlos”, lamenta.

Intervención de Salut

Desde el Departamento de Salut detallan, a instancias de este medio, que este centro atravesó por una “situación complicada” que se ha estabilizado con la realización de pruebas PCR para determinar el número de residentes infectados --que cifran en el 51% de positivos, más otro 33% de asintomáticos y el 16% de negativos--, así como la separación de espacios.

Durante la emergencia sanitaria se ha realizado el traslado de 18 internos, bien a hospitales o a sus domicilios. La desinfección la ha realizado la organización Médicos sin Fronteras, que también se ha encargado de tutorizar a sus trabajadores para reducir el riesgo de contagio. Desde el inicio de la pandemia, la consejería ha enviado material de protección en tres ocasiones --84 batas; más de 1.000 mascarillas y guantes, así como 61 pares de gafas-- y, ante la petición de personal de refuerzo, han puesto a su disposición la bolsa del Servei Català d’Ocupació (SOC). Aún así, familiares siguen denunciando la deficiente atención que reciben los ancianos durante la crisis del coronavirus.