Explosión del galeón San José / SAMUEL SCOTT

Explosión del galeón San José / SAMUEL SCOTT

Vida

El galeón español de los 17.000 millones de dólares

El galeón San José pereció en combate en el año 1708 frente a las costas de Cartagena, en la actual Colombia

26 mayo, 2018 11:49

En 2015, un grupo de especialistas en arqueología marina descubrió en el fondo del mar del Caribe los restos del galeón español San José. Un descubrimiento que fue calificado por los expertos como el "Santo Grial de los Naufragios", no solo por la antigüedad de la nave, sino por el tesoro que durante los últimos 300 años ha protegido en su interior.

El barco del tesoro

El galeón San José fue utilizado como medio para transportar la riqueza personal del virrey de Perú. Una fortuna encarnada en miles de monedas de oro y plata, y hasta 116 cofres de esmeraldas, diamantes y piedras preciosas. Bienes que ahora han sido valorados en 17.000 millones de dólares. Lamentablemente, en plena guerra de Sucesión entre Carlos de Habsburgo y Felipe de Anjou, el barco fue atacado por la flota británica en 1708.

Restos del galeón San José / WOODS HOLE OCEANOGRAPHIC INSTITUTION

Restos del galeón San José / WOODS HOLE OCEANOGRAPHIC INSTITUTION

Restos del galeón San José / WOODS HOLE OCEANOGRAPHIC INSTITUTION

A pesar de los 62 cañones que le protegieron hasta su último aliento, el galeón no pudo evitar hundirse frente a las costas de Cartagena, en la actual Colombia. “El descubrimiento de San José tiene una importancia cultural e histórica considerable porque puede aportar pistas que pueden proporcionar muchos detalles sobre el momento económico, social y político de Europa a principios del siglo XVIII”, aseguran los responsables de la investigación.

Tecnología puntera

Aunque tuvo lugar hace ya tres años, el gobierno colombiano ha decidido por fin dar a conocer la magnitud del hallazgo, el cual no habría sido posible sin la participación de la Institución Oceanográfica Woods Hole. Su sonar de escaneo lateral ofreció a los investigadores las primeras pistas sobre la ubicación exacta del pecio, a más de 600 metros debajo de la superficie.

”El REMUS 6000 fue la herramienta clave para realizar este trabajo, ya que es capaz de llevar a cabo misiones de larga duración en amplias áreas”, explica Mike Purcell, ingeniero de WHOI, en un comunicado, haciendo alusión al vehículo submarino autónomo empleado en la misión. Este también ha participado activamente en otras tareas similares como el estudio del naufragio del Titanic o la búsqueda de los restos del Air France 447.